Anti-bodas.

Ante la familia no lo llaméis boda ni celebración, quitadle todo el hierro posible al asunto, como si fuese otro trámite más. Ni lo mencionéis más allá de lo estrictamente necesario. Si os insisten decís "mira, tantos años ya de convivencia y con hijos, qué necesidad de hacer fiesta".
Necesitáis dos testigos, que son los suegros, y los invitáis a comer después porque mandarlos a casa queda feo.
Como empecéis a invitar por si alguien se ofende termináis invitando a la prima Pepi del pueblo que hace 20 años que no veis.
Es vuestro día, no? Pues a vuestra manera. Argumento bridezilla.
Edito: ahora no sé si los suegros están invitados a comer después o no. Pero vamos, que hagáis lo que os salga del papo.
Gracias por las opiniones. La verdad que la idea era hacerlo muy sencillo y lo mejor creo que es ceñirse a lo que teníamos pensado.
Los suegros no irán porque mis padres están divorciados, con parejas nuevas y mala relación entre ellos por lo que no vendrían para no sentarles en la misma mesa… así que a mis suegros les invitaremos a un vino y luego iremos a comer con nuestros hijos y a seguir.
 

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