La exposición de la niña fue dese la primera ecografía, me parece indecente, ni siquiera le permitió un momento de intimidad , todo lo hace público. Cacas de la niña, bailecitos con el maromo, análisis de sangre, y mucho, mucho libro de atrezzo. En la playa, libraco, en la siesta, idem, y se ve a leguas que ninguno de los dos se ha leído un libro en su vida.Su activo siempre ha sido ese: el ser guapa. Y no pasa nada: si la contratan por ello, pues genial, no todo el mundo tiene que ser un intelectual. Pero es que últimamente su contenido es directamente soez. Es que ya no sabe qué hacer para cosificarse sin que parezca que le gusta. Porque aquí está el tema: ésta, igual que muchas como ella, son perfectamente conscientes del tipo de público al que se dirigen pero quieren revestirlo de elegancia, intelectualidad (ésta, en concreto, siempre saca libros en sus fotos para que no parezca que es una básica sin nada que ofrecer). Esta última foto, por mucho que a ella le hayan molestado las críticas, es una foto elegida a consciencia aunque tenga este aire de "anda, pero si me han pillado". No nos engañemos: esta chica sabe que su público son hombres paj****ros.
Y la exposición que hace de su hija es vomitiva.
Tia buena inteligente que sabe gestionar su fama, su maternidad y su relación de pareja. En eso incide mucho, como si quisiera convencer a alguien de cosas que ni ella se las cree. Mundo de unicornios. Felicidad llevada a la máxima potencia
Ella se mostraba tan fina, forzando sus eses en sus conferencias (que no sé , aparte de leer un guion escrito por otros, que puede aportar...) es como el maestro liendres, que de todo sabe y de nada entiende. Es un tía de 27 años que no tiene formación más que el ser hija de abuela Elsa.
Le vio el filón a la publicidad en Instagram si currárselo ni un minuto.
Y todo el mundo tiene derecho ha hacer lo que le de la gana en redes, pero que su hija tenga ya un historial con dos añitos.....si no la protege ella que es su madre... Se pasa el día borrando comentarios negativos.
Tanto sus palmeros como sus haters tienen el mismo recorrido, temporal. Y no sólo le pasa a ella. Hay instagrammers y tiktockers que no sólo expone a sus hijos, también sus "yayos". Sí, son mayores de edad, pero no hay necesidad de exponer en público ni a sus menores ni a sus mayores para llevarse un puñado de aplausos falsos. Pero el $ es el $...