Tres mujeres acusan al director de cine Carlos Vermut de violencia sexual

Creo que no se ha comentado esto: TVE hablando de "violencia sexual no consentida".

¿Acaso la violencia sexual se puede consentir?


Se refieren al s*x* duro porque se hace referencia a eso en el articulo de "el pais" y lo que quieren decir es s*x* duro no consentido pq hay adultos a los que les gusta y si ambos estan de acuerdo...ellos mismos.
 
La verdad que estoy de acuerdo con todo lo que dices. La valoración de la obra, su aportación a la historia y su trascendencia deben separarse del juicio moral sobre la persona que la crea. Magical girl me sigue pareciendo una buena peli (por cierto, la vi cuando él mismo la presentó en la Filmoteca de Madrid). Ahora bien, ¿crees que este señor debe seguir haciendo cine?

Ése es otro tema complicado, aunque fuera condenado en un juicio. ¿Se le puede negar a una persona el derecho al trabajo sin una condena legal o después de haber cumplido la condena legal pertinente? Los sistemas occidentales de justicia tienen como pilares la presunción de la inocencia y que los presos, si cumplen con ciertos parametros en la condena (ciertos años y ciertos delitos), tienen derecho a la reinserción social. Por todo eso me resulta difícil decir qué se debería hacer como regla general. Me muevo según lo que he leído sobre cada caso.

Las películas de Woody Allen las suelo ver, salvo las últimas (la de Chalamet y la que tiene nombre de un festival) porque no encontraron una buena distribución en cine y plataformas. A él le he dado el beneficio de la duda, porque es una situación muy ambigua. Siento que hizo algo horrible, moralmente repudiable, que es tomar como amante a la hija de su pareja, hermana de sus hijos, a la que conocía desde que era una niña. Pero tal vez no sea un abusador de menores: tal vez Soon Yi diga la verdad de que su relación no empezó cuando ella era menor, así como el hijo adoptivo que lo defiende, que dice que sus hermanos fueron manipulados por Mia. El tipo pasó, en su momento, por investigaciones de servicios sociales de dos Estados distintos, no hay denuncias de otros niños, es raro que alguien abuse de un niño en una casa en donde todos están enojados con él por haberle sido infiel a la madre con la hija, etcétera. A lo que voy es que cuando lees la historia hay elementos para pensar que cualquiera de las situaciones en discusión es posible: que la hija haya sido abusada sexualmente por él o emocionalmente por Mía. O tal vez sucedieron ambos tipos de abuso. Lo que está claro es que la chica fue abusada por alguien y lo de Soon Yi es cuestionable, pero no lo convierte en un monstruo, el abuso de menores, especialmente de niños pequeños, sí lo harían. Y me encantaría que ese tema lo zanjase la justicia, en lugar de ser yo, o alguien al que le ofrezcan la oportunidad de trabajar con él, quién tenga que decidir por una situación de la que no se es testigo. Si se comprobase que abusó a su hija de pocos años, ahí si creo que tal vez no vería las películas que hiciese después, en el hipotético caso de que vaya a la cárcel, sobreviva y quiera seguir haciendo películas. Si me ofrecieran trabajar con él, probablemente diría que No y que debería ser retirado de la industria.

Ahora, yo creo que el gran problema que tiene el cine es que, a diferencia de otros trabajos, no hay mecanismos para que el propio medio investigue este tipo de denuncias y sancione esas conductas, incluso con la prohibición de trabajar. No estoy hablando de montar algo como la justicia paralela y corporativista que tienen los militares y los sacerdotes católicos, donde entre ellos mismos se investigan y entre ellos mismos se perdonan, sin pasar por el sistema judicial ordinario. Hablo de algo parecido a lo que hicieron las operas que habían contratado a Plácido Domingo, que cuando se conoció el artículo con las denuncias en su contra, hicieron sus propias investigaciones y llegado a la conclusión de que el tipo sí habia abusado de su poder con sus subordinados y tenía conductas sexuales inapropiadas con las mujeres. Luego lo despidieron y, por lo menos, en esas operas no puede trabajar. No obligaron a nadie a denunciarlo judicialmente, no se pasaron por encima de la Ley, pero fueron responsables con su personal, su ética de trabajo e intentaron llegar a una verdad. La ópera que contrate a Plácido tiene la libertad de hacerlo, pero no puede negar que el tipo efectivamente es un abusador. Eso debería pasar en el cine si hubiera más organización gremial, al estilo que tienen otras profesiones, como el derecho, la medicina o la arquitectura. No estoy diciendo que ahora haya que expedir licencia para poder ser director o que los colegios y sociedades de profesionales sean infalibles, solo que ojalá el gremio se planteaste mecanismos para investigar y sancionar conductas como la de este señor, sin que tengan que ser sus compañeros o el público los que decidan si son culpables o no, si deben seguir trabajando o no.
 
Última edición:
Ése es otro tema complicado, aunque fuera condenado en un juicio. ¿Se le puede negar a una persona el derecho al trabajo sin una condena legal o después de haber cumplido la condena legal pertinente? Los sistemas occidentales de justicia tienen como pilares la presunción de la inocencia y que los presos, si cumplen con ciertos parametros en la condena (ciertos años y ciertos delitos), tienen derecho a la reinserción social. Por todo eso me resulta difícil decir qué se debería hacer como regla general. Me muevo según lo que he leído sobre cada caso.

Las películas de Woody Allen las suelo ver, salvo las últimas (la de Chalamet y la que tiene nombre de un festival) porque no encontraron una buena distribución en cine y plataformas. A él le he dado el beneficio de la duda, porque es una situación muy ambigua. Siento que hizo algo horrible, moralmente repudiable, que es tomar como amante a la hija de su pareja, hermana de sus hijos, a la que conocía desde que era una niña. Pero tal vez no sea un abusador de menores: tal vez Soon Yi diga la verdad de que su relación no empezó cuando ella era menor, así como el hijo adoptivo que lo defiende, que dice que sus hermanos fueron manipulados por Mia. El tipo pasó, en su momento, por investigaciones de servicios sociales de dos Estados distintos, no hay denuncias de otros niños, es raro que alguien abuse de un niño en una casa en donde todos están enojados con él por haberle sido infiel a la madre con la hija, etcétera. A lo que voy es que cuando lees la historia hay elementos para pensar que cualquiera de las situaciones en discusión es posible: que la hija haya sido abusada sexualmente por él o emocionalmente por Mía. O tal vez sucedieron ambos tipos de abuso. Lo que está claro es que la chica fue abusada por alguien y lo de Soon Yi es cuestionable, pero no lo convierte en un monstruo, el abuso de menores, especialmente de niños pequeños, sí lo harían. Y me encantaría que ese tema lo zanjase la justicia, en lugar de ser yo, o alguien al que le ofrezcan la oportunidad de trabajar con él, quién tenga que decidir por una situación de la que no se es testigo. Si se comprobase que abusó a su hija de pocos años, ahí si creo que tal vez no vería las películas que hiciese después, en el hipotético caso de que vaya a la cárcel, sobreviva y quiera seguir haciendo películas. Si me ofrecieran trabajar con él, probablemente diría que No y que debería ser retirado de la industria.

Ahora, yo creo que el gran problema que tiene el cine es que, a diferencia de otros trabajos, no hay mecanismos para que el propio medio investigue este tipo de denuncias y sancione esas conductas, incluso con la prohibición de trabajar. No estoy hablando de montar algo como la justicia paralela y corporativista que tienen los militares y los sacerdotes católicos, donde entre ellos mismos se investigan y entre ellos mismos se perdonan, sin pasar por el sistema judicial ordinario. Hablo de algo parecido a lo que hicieron las operas que habían contratado a Plácido Domingo, que cuando se conoció el artículo con las denuncias en su contra, hicieron sus propias investigaciones y llegado a la conclusión de que el tipo sí habia abusado de su poder con sus subordinados y tenía conductas sexuales inapropiadas con las mujeres. Luego lo despidieron y, por lo menos, en esas operas no puede trabajar. No obligaron a nadie a denunciarlo judicialmente, no se pasaron por encima de la Ley, pero fueron responsables con su personal, su ética de trabajo e intentaron llegar a una verdad. La ópera que contrate a Plácido tiene la libertad de hacerlo, pero no puede negar que el tipo efectivamente es un abusador. Eso debería pasar en el cine si hubiera más organización gremial, al estilo que tienen otras profesiones, como el derecho, la medicina o la arquitectura. No estoy diciendo que ahora haya que expedir licencia para poder ser director o que los colegios y sociedades de profesionales sean infalibles, solo que ojalá el gremio se planteaste mecanismos para investigar y sancionar conductas como la de este señor, sin que tengan que ser sus compañeros o el público los que decidan si son culpables o no, si deben seguir trabajando o no.
Ya. Es un tema complejo. Estoy de acuerdo con que el objetivo de la prisión sea la reinserción social y no el mero castigo. Pero tengo mis dudas respecto al tipo de empleos que, una vez pagada su deuda con la sociedad, deba desarrollar un ex criminal (siempre y cuando haya víctimas). Cualquier empleo que suponga la exposición pública, ¿es justo para las víctimas? Estoy pensando en lo que pasó con las listas de Eh Bildu (ex etarras que han pagado sus penas que quieran ahora ejercer la política), o en este caso (un actor, director, cuyo trabajo vaya a ser exhibido socialmente).

Por otro lado, opino como tú respecto al tema Woody Allen. Yo no creo que sea un ped*filo y mucho menos que haya abusado de su hija ni de su actual mujer (con la que lleva la tira de años). ¿Que es amoral lo que hizo? Pues sí, completamente. La versión que da Allen en su autobiografía es bastante completa y en toda una vida dedicada al cine no ha salido nunca un testimonio que lo ponga de perverso, tirano, o abusador.
 
Ya. Es un tema complejo. Estoy de acuerdo con que el objetivo de la prisión sea la reinserción social y no el mero castigo. Pero tengo mis dudas respecto al tipo de empleos que, una vez pagada su deuda con la sociedad, deba desarrollar un ex criminal (siempre y cuando haya víctimas). Cualquier empleo que suponga la exposición pública, ¿es justo para las víctimas? Estoy pensando en lo que pasó con las listas de Eh Bildu (ex etarras que han pagado sus penas que quieran ahora ejercer la política), o en este caso (un actor, director, cuyo trabajo vaya a ser exhibido socialmente).

Por otro lado, opino como tú respecto al tema Woody Allen. Yo no creo que sea un ped*filo y mucho menos que haya abusado de su hija ni de su actual mujer (con la que lleva la tira de años). ¿Que es amoral lo que hizo? Pues sí, completamente. La versión que da Allen en su autobiografía es bastante completa y en toda una vida dedicada al cine no ha salido nunca un testimonio que lo ponga de perverso, tirano, o abusador.
es el único caso que creo en el
....y no soy fan ....leí su biografía y leí parte de lo que pasó en el juicio....muy cuestionable la actitud de Mia farrow ....no solo con el también con otros hijos
 
No lo puedo leer entero, pero parece que dice que es una cabeza de turco, por los comentarios.
Carlos Vermut es el elegido para el sacrificio ritual en aras de que la tantas veces llamada "gran familia del cine español" pueda seguir adelante. Era raro que, si en Hollywood se señalaron decenas de casos de abuso sexual, en España no hubiera aparecido ninguno. Y era un tanto frívolo traer el #MeToo a España y que no tuviera la menor consecuencia. Sin embargo, el hecho de que Carlos Vermut haya sido el señalado nos habla de cierta prudencia estructural en la purga realizada. Sin Carlos Vermut, el cine español no pierde prácticamente nada, salvo las películas y guiones del propio Vermut. Como seguramente ha pensado ya él mismo, la concentración de todos los abusos posibles y de todas las tropelías masculinas conocidas o por conocer dentro de la industria audiovisual española en la figura del director de Mantícora, se debe a que su director es uno de los eslabones más débiles de la cadena, prácticamente un outsider. Vermut no es un gran productor, sus películas no "salvan" el cine español con recaudaciones impresionantes, su nombre no está en primera línea de la representación de nuestro cine en el extranjero y su prestigio internacional aún no había cuajado. O sea, era perfecto para el sacrificio.

Como estaba planeado, gracias a la gala de los premios Feroz la prensa pudo recoger innumerables reacciones de distintos miembros de la industria cinematográfica sobre la noticia del día, que sobrevoló toda la entrega de premios y sirvió para medir moralmente a todos los presentes. Si decían algo, se estimaba lo que decían; si no decían nada, se criticaba que no dijeran nada. Lo mismo ocurría en Twitter, ya no sólo con actrices y directoras y actores y directores, sino con cualquiera que tuviera cierta visibilidad en los medios de comunicación o en el mundo de la cultura.


  1. Cultura
  2. Mala Fama



Alberto Olmos

Mala Fama

Por
Alberto Olmos

El sacrificio ritual de Carlos Vermut​

La industria audiovisual necesitaba una catarsis, pero una que no removiera sus pilares fundamentales​

Foto: Carlos Vermut, durante la presentación en 2022 en el Festival de Sitges de 'Mantícora'. EFE / Alejandro García

Carlos Vermut, durante la presentación en 2022 en el Festival de Sitges de 'Mantícora'. EFE / Alejandro García
Por
Alberto Olmos
28/01/2024 - 15:58
  • 33
EC EXCLUSIVOArtículo solo para suscriptores
Por lo menos desde mediados del año pasado, corría por los mentideros culturales el rumor de que el diario El País preparaba una serie de informaciones sobre agresiones sexuales en el entorno del audiovisual español. Fue a comienzos del verano de 2023 cuando este rumor llegó a mis oídos. Se aderezaba la revelación con cuatro o cinco nombres, todos de profesionales varones y con un peso mayor o menor dentro del cine nacional. Uno de esos nombres era el de Carlos Vermut.

La publicación del escabroso titular (a la manera del caso Weinstein desvelado por The New York Times y The New Yorker en 2017) parecía inminente, y las gentes del cine estaban en vilo. Sin embargo, acabó el año y nada se supo.

Ha sido ahora, finalizando enero y el mismo día en que se entregaban los premios Feroz a películas y series de televisión, cuando ha visto la luz una parte de lo que supuestamente iba a aparecer en julio del año pasado. Como es obvio, una información de esta gravedad no se puede publicar a la ligera, sin seguridad jurídica para el medio, consultas al principal acusado, consolidación de los términos y afirmaciones empleados y una evaluación de las propias responsabilidades como periodistas. Básicamente, ya sólo el titular supone la aniquilación de la carrera como director de Carlos Vermut, y su linchamiento inmediato en redes sociales y demás espacios públicos.

'Blood sacrifice'​

En el capítulo 9 de la segunda temporada de Succession (HBO), Logan, el patriarca, reconoce estar contra las cuerdas. Su emporio vive asediado por la competencia, la prensa y los casos de abusos sexuales ocurridos en su línea de cruceros. "Estamos tocados", reconoce Logan. Y concluye: "Es la hora de un sacrificio de sangre" (según la traducción ofrecida).

Blood sacrifice, en realidad, no se refiere a la sangre inevitable en un sacrificio, sino a la condición de "familiar" del sacrificado. Lo que Logan dice es que hay que prescindir de "uno de los nuestros" para poder seguir adelante.

La concentración de todas las tropelías masculinas en el director de Mantícora se debe a que es uno de los eslabones más débiles

Carlos Vermut es el elegido para el sacrificio ritual en aras de que la tantas veces llamada "gran familia del cine español" pueda seguir adelante. Era raro que, si en Hollywood se señalaron decenas de casos de abuso sexual, en España no hubiera aparecido ninguno. Y era un tanto frívolo traer el #MeToo a España y que no tuviera la menor consecuencia. Sin embargo, el hecho de que Carlos Vermut haya sido el señalado nos habla de cierta prudencia estructural en la purga realizada. Sin Carlos Vermut, el cine español no pierde prácticamente nada, salvo las películas y guiones del propio Vermut. Como seguramente ha pensado ya él mismo, la concentración de todos los abusos posibles y de todas las tropelías masculinas conocidas o por conocer dentro de la industria audiovisual española en la figura del director de Mantícora, se debe a que su director es uno de los eslabones más débiles de la cadena, prácticamente un outsider. Vermut no es un gran productor, sus películas no "salvan" el cine español con recaudaciones impresionantes, su nombre no está en primera línea de la representación de nuestro cine en el extranjero y su prestigio internacional aún no había cuajado. O sea, era perfecto para el sacrificio.

Reacciones​

Como estaba planeado, gracias a la gala de los premios Feroz la prensa pudo recoger innumerables reacciones de distintos miembros de la industria cinematográfica sobre la noticia del día, que sobrevoló toda la entrega de premios y sirvió para medir moralmente a todos los presentes. Si decían algo, se estimaba lo que decían; si no decían nada, se criticaba que no dijeran nada. Lo mismo ocurría en Twitter, ya no sólo con actrices y directoras y actores y directores, sino con cualquiera que tuviera cierta visibilidad en los medios de comunicación o en el mundo de la cultura.

Lógicamente, los más rápidos en reaccionar fueron los prelados de la Nueva Moral, prácticamente regocijados por la ocasión de darse aires y celebrar su propia santidad exclusiva. Estas reacciones instantáneas no tomaban en consideración el calvario que estaría viviendo Carlos Vermut (un ser humano, a fin de cuentas), pero tampoco el sufrimiento de las presuntas víctimas. Algunas adhesiones eran sinceras y sentidas, otras, como digo, totalmente interesadas; y otras más, obligadas y preventivas. Habría que ver cuáles habrían sido las reacciones de determinados actores y actrices si el señalado por El País hubiera sido -es sólo un ejemplo- un Pedro Almodóvar.

Personalmente, creo que es muy feo, muy desagradable sumarse a un linchamiento, incluso si el linchado es la peor persona que ha pisado nunca la faz de la Tierra.

A continuación, después de la primera cosecha de reacciones, vino la consabida exigencia de reacciones. Esto siempre es curioso de ver: no sólo te permites decir algo tajante y heroico a los cinco minutos de conocer una información de extrema gravedad, sino que te permites también exigir masivamente a los demás que digan algo. En esta línea iba un tuit de la comisaria (cultural) Lucía Lijmaer: "Venga, compañeros hombres de la cultura. Periodistas, artistas, escritores, críticos, productores, directores. No cuesta tanto hablar del tema del día, del mes, del año." Impresiona ver a alguien disfrutar tanto con la desgracia ajena.
 


Leed el post. No tiene desperdicio.
Hay una en comentarios que ha puesto hasta pistas por no hablar de las cuentas de chicas que trabajan en el mundillo comentando que tienen nombres de sobra para aumentar la lista.

Ver el archivo adjunto 3408965

El post es vomitivo. Si sabes de esos casos DENUNCIA!!! Parece cuando en aqui hay tomate daban iniciales de chicas que supuestanente se dedicaban a la prostit*ción🫣
 
Back