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Su Majestad el Rey recibirá al Embajador de la República de Estonia, Su Excelencia P. Teesalu, a la Embajadora de la República de Kenia, Su Excelencia HY Mucheke, y al Embajador de la República Kirguisa, Su Excelencia A. Erkin.
Los embajadores son recogidos en un carruaje de gala y acompañados por un chambelán del Rey. El personal de la embajada viaja en un carruaje azul. Copilotos con trajes de gala acompañan al carruaje de gala. Antes y detrás de cada procesión hay dos jinetes de la Policía Militar Montada vestidos de ceremonia. Los embajadores van vestidos con chaqués o trajes nacionales.
En el Palacio Noordeinde se instala una guardia de honor y una capilla militar. La guardia de honor está formada por un comandante y dos destacamentos del Comando de la Fuerza Aérea. La música corre a cargo de la Orquesta de la Real Fuerza Aérea de los Países Bajos.
En el Palacio también hay dos puestos honorarios de la Brigada Real de Policía Militar de La Haya. Después de un saludo honorífico de cuatro tambores y el himno nacional del país del embajador, sigue una inspección de la guardia de honor y el embajador entra con su séquito. Cuando el embajador se marcha, le siguen cuatro cuadros de honor más.
RVD, núm. 236
Los embajadores son recogidos en un carruaje de gala y acompañados por un chambelán del Rey. El personal de la embajada viaja en un carruaje azul. Copilotos con trajes de gala acompañan al carruaje de gala. Antes y detrás de cada procesión hay dos jinetes de la Policía Militar Montada vestidos de ceremonia. Los embajadores van vestidos con chaqués o trajes nacionales.
En el Palacio Noordeinde se instala una guardia de honor y una capilla militar. La guardia de honor está formada por un comandante y dos destacamentos del Comando de la Fuerza Aérea. La música corre a cargo de la Orquesta de la Real Fuerza Aérea de los Países Bajos.
En el Palacio también hay dos puestos honorarios de la Brigada Real de Policía Militar de La Haya. Después de un saludo honorífico de cuatro tambores y el himno nacional del país del embajador, sigue una inspección de la guardia de honor y el embajador entra con su séquito. Cuando el embajador se marcha, le siguen cuatro cuadros de honor más.
RVD, núm. 236
