La duquesa de Edimburgo estuvo ayer en Chad, África, donde conoció a refugiados que cruzaban la frontera desde Sudán para escapar de la guerra civil de dieciocho meses.
La duquesa, cuya visita marca la primera de un miembro de la familia real, habló con víctimas de violencia sexual relacionada con el conflicto y vio el trabajo realizado por UNICEF.