Discurso de apertura de Su Majestad la Reina de Bélgica, "Los derechos del niño en una encrucijada: la evolución de las crisis humanitarias", Palacio Egmont, Bruselas
Esta semana marca un hito importante al celebrar el trigésimo quinto aniversario de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño. Durante las últimas tres décadas y media, este tratado global ha tenido un profundo impacto en las vidas de millones de niños en todo el mundo. Ha impulsado reformas legislativas, moldeado políticas y estimulado acciones que han transformado la forma en que protegemos a nuestros ciudadanos más jóvenes y los han empoderado como agentes de cambio.
Lamentablemente, sin embargo, y a pesar de los avances logrados, nos enfrentamos a una realidad trágica: los derechos de millones de niños siguen en peligro.
Lo peor de todo es la violencia que sufren los niños en las zonas de conflicto. Se estima que cuatrocientos millones de niños (aproximadamente uno de cada cinco) viven en zonas de conflicto o huyen de ellas. Muchos están siendo heridos, asesinados, secuestrados o abusados sexualmente.
Pero los derechos de los niños también están seriamente amenazados en otros lugares y por eso la conferencia de hoy aborda el concepto más amplio de situaciones de crisis, para poder abarcar también temas como:
- Aumento de los niveles de pobreza y desigualdad
- Denegación de acceso a la educación
- Problemas de salud como las pandemias globales
- Migración forzada
- Efectos del cambio climático
La mitad de los niños del mundo viven actualmente en países en riesgo extremo por el cambio climático. En todo el mundo, los niños sienten que las cuestiones relacionadas con el clima son extremadamente importantes para ellos y sus opiniones deben buscarse de manera proactiva y recibir la debida consideración en el diseño y la implementación de medidas políticas para abordar el cambio climático.
El impacto combinado de múltiples crisis (como años de perturbaciones relacionadas con la COVID, una inminente recesión económica mundial y el auge de tecnologías disruptivas) está erosionando el bienestar en todo el mundo. Esto está pasando factura a la salud mental, incluida la de niños y adolescentes.
De todas estas maneras, los derechos de los niños están amenazados.
En mi papel de Defensor de los ODS y Presidente Honorario de UNICEF Bélgica, he visto de primera mano el impacto de estas cuestiones en los niños y especialmente en las niñas durante mis viajes y visitas sobre el terreno. He pasado tiempo con jóvenes en un campo de refugiados en Bangladesh, visitado escuelas con UNICEF en Costa de Marfil, con niños en Vietnam y en todas estas ocasiones, me ha conmovido profundamente su coraje, su resiliencia, sus aspiraciones intactas de tener una vida normal. vida y su ardiente deseo de aprender. Siempre salgo de estos encuentros con emociones divididas: una inmensa tristeza por lo que están pasando pero también esperanza y admiración inspirada por su fuerza y determinación.
Este sufrimiento y la negación de los derechos de millones de niños deben terminar. El objetivo de la conferencia de hoy es arrojar luz sobre cómo las situaciones de crisis afectan especialmente a los derechos de los niños. De hecho, existe una necesidad apremiante de atraer una atención renovada a la urgencia de implementar la Convención sobre los Derechos del Niño.
UNICEF ha publicado recientemente su "Informe anual sobre la situación de los niños en el mundo". Este importante documento reafirma el papel fundamental de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño para abordar los problemas apremiantes que enfrentan los niños hoy en día.
El Informe explora las acciones que podemos tomar hoy para construir un mundo mejor para los niños del mañana. En esta coyuntura crítica en la historia de los derechos del niño, el Informe describe varios escenarios para pintar una imagen de cómo podría ser la infancia en 2050. Se centra en tres megatendencias: la crisis climática, las tecnologías disruptivas y el cambio demográfico, y ofrece proyecciones de cómo estos pueden afectar la vida de los niños.
Los desafíos a los derechos de los niños exigen inversiones específicas para cumplir mejor los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Es esencial un esfuerzo conjunto: una amplia coalición del sector público, organizaciones, instituciones, sociedad civil, corporaciones e individuos trabajando juntos para impulsar este trabajo crítico, para implementar sistemas que puedan anticipar y responder de manera flexible y sensible para proteger y mejorar. la vida de los niños.
Para abordar verdaderamente las causas profundas de los desastres, debemos alejarnos de una mentalidad de "hacer todo como siempre" o corremos el riesgo de no alcanzar nuestros objetivos. Es crucial que los niños y los jóvenes sean considerados e incluidos explícitamente en nuestras soluciones, asegurando que sus voces sean escuchadas y que participen activamente en las decisiones y acciones que los afectan, para que sus voces puedan tener un impacto significativo.
Juntos, debemos garantizar que todos los niños, sin importar dónde vivan o quiénes sean, puedan experimentar una infancia real. Ahora es el momento de volver a comprometernos con los derechos de cada niño.
Gracias.