Dios me concedió una segunda oportunidad, poniendo en mi camino a una mujer excepcional que me rescató de las tinieblas.
- ¿Reza usted?
- A diario. Alterno oraciones tradicionales con el diálogo directo con Dios. Soy tradicional: rezo al levantarme, al acostarme y con actos de piedad como el ángelus y el Rosario. Y luego, en momentos variopintos.