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La ex esposa del jeque Mohammed bin Rashid Al Maktoum ha comprado un hotel rural, que planea convertir en un nuevo hogar.
El ex esposo de la princesa habría le habría pagado tal como dicta la sentencia de su divorcio 554 millones de libras y Haya se habría embarcado en un nuevo capítulo de su vida comprando un hotel rural en Gales como refugio seguro.
Según afirma Richard Eden, en el Daily Mail Haya habría estado buscando una nueva propiedad en el Reino Unido y se enamoró del hotel de gestión familiar, ubicado entre los terrenos de una "propiedad sustancial". No identifica su ubicación precisa para "proteger su seguridad".
Durante el proceso de divorcio, la princesa comentó a la división de familia del Tribunal Superior de Londres: "La intimidación y el acoso hacia mí continúan... Sigo completamente aterrorizada por el poder que ejerce el jeque Mohammed, los riesgos que él (y quienes lo rodean) siguen representando y la presión que busca ejercer sobre mí. Está usando todo lo que tiene en su arsenal para aplastarme, y el alcance de su poder es inmenso".
El juez Sir Andrew McFarlane dijo en su fallo que el gobernante de Dubái había actuado "de manera totalmente controladora hacia la madre de los niños", instituyendo una "campaña de miedo, intimidación y acoso... ya sea mediante amenazas, poemas, informes de prensa coordinados". , arreglando de manera encubierta la compra de una propiedad inmediatamente superior a la de ella [intentó comprar una propiedad de Windsor junto a una propiedad que pertenecía a la familia de la princesa], o escuchas telefónicas". Resumió que la conducta del jeque fue "abusiva en un grado alto, de hecho exorbitante".
Tras el fallo, Haya dijo que su experiencia había sido un "viaje aterrador", y agregó que el "santuario, la protección y la compasión extraordinaria" que había recibido en Inglaterra habían fortalecido su "creencia en el poder perdurable de la humanidad y la justicia". Elogió al Tribunal Superior y al Servicio de Asesoramiento y Apoyo a los Tribunales de Menores y Familia por ofrecerle "la esperanza de un futuro... lo más libre posible del miedo", y concluyó "no pasará un día en mi vida en el que no sienta gratitud por mi libertad y la de mis hijos"... Me siento profundamente honrada, a través de esta larga e intensa experiencia de la justicia británica, de ver con absoluta claridad los valores y los cimientos que construyeron este maravilloso país'.