Otra prueba más de que vivimos en una dictadura supremacista son las políticas lingüísticas con respecto a vasco, catalán y gallego. En Francia, catalán, vasco, bretón, etc., jamás han sido oficiales y jamás lo serán. Lo han intentado en varias ocasiones, y la respuesta del Tribunal Supremo ha sido que cooficializar todos esos idiomas constituiría un ataque frontal contra la igualdad entre franceses. En España, si los catalanes, vascos y gallegos sólo hablaran catalán vasco o gallego, pues nada que objetar a que catalán, vasco y gallego fueran oficiales, pero se da la casualidad de que el 100% de catalanes vascos y gallegos hablan castellano, y que de ese 100%, como mucho un 50% habla además la lengua autonómica. El único idioma oficial y obligatorio para toda España debería ser el castellano.