Azul &Rosa Jaime Peñafiel 29/06/2024 Mi Semana en OK diario

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AZUL Y ROSA | MI SEMANA EN OK

Amor a prueba de zafiro​

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Aunque el matrimonio de Don Juan Carlos y Doña Sofía no puede considerarse como la historia de un gran amor, ni tan siquiera una historia de amor, a propósito del regalo sorpresa que la princesa Leonor y su hermana, la infanta Sofía, hicieron a su padre con motivo del X aniversario de su proclamación, me ha recordado, hablando de regalos y sorpresas, las que el emérito le dio a su esposa, sí, a Doña Sofía, en dos ocasiones. Sería mala señal que el recuerdo del gozo de aquellos regalos ya no fuera gozo, mientras el recuerdo del dolor, de tanta vulgaridad como ha habido en este matrimonio real, sí fuera dolor.
La sorprendente historia que voy a recordar para los lectores de OKDIARIO me la contó la propia Doña Sofía, el 22 de noviembre de 1987, en el transcurso de una recepción en los jardines de la Embajada de España en Bangkok, con motivo de la visita oficial a Tailandia de los Reyes de España a quienes acompañé formando parte del séquito informativo. Hacía veinticinco años que, en el mismo lugar, habían vivido su luna de miel como príncipes o señores Benet (nombre que utilizaban para ocultar su verdadera identidad) y donde volvían como reyes.
Con la emoción asomada a sus bellísimos ojos color uva, me hizo una revelación (sorprendente en ella, tan reservada para sus cosas más íntimas y personales).

Con lo que voy a relatar, recuerdo lo que alguien que la conocía muy bien me dijo: «Para comprender y amar a Sofía hay que descubrirla». Yo la descubrí aquel día oyéndola confiarme lo que le había sucedido hacía tiempo, mucho tiempo, exactamente ¡¡¡25 años!!!»

El relato que emocionada me hizo Doña Sofía​

«Nos habíamos casado hacía unos días. Bangkok era una de las escalas de nuestro viaje alrededor del mundo. Y, como recién casados que éramos, lo realizábamos solos. Durante el recorrido turístico por la ciudad entramos en una joyería donde descubrí un hermoso zafiro, mi piedra preferida, que quise comprar. Pero después de darle muchas vueltas y hacer muchas cuentas, llegamos a la conclusión de que no entraba en nuestras posibilidades económicas. Tanto el príncipe como yo nos quedamos muy tristes. Él, porque le hubiera gustado regalármelo. Yo, porque me hubiera gustado poderlo comprar».

«Cinco años más tarde, exactamente en 1967, hicimos un viaje privado en compañía de un matrimonio amigo. Entre las ciudades que visitamos se encontraba Bangkok. Aunque parezca increíble, yo no había olvidado aquel zafiro que, por motivos económicos, no pude comprar cinco años antes. Y, aprovechando una mañana de compras a solas con mi amiga, decidí visitar la joyería para ver si aún tenían el zafiro e intentar comprarlo con mis ahorros. Pero cual no sería mi desagradable sorpresa al ser informada por el dueño de la joyería que dicho zafiro lo había vendido no hacía mucho. Me llevé un gran disgusto. ¡Pero qué le iba a hacer!»

Lo que sucedió a la hora de la cena​

«Aquella misma tarde continuamos viaje hacia Bombay. Una vez en la ciudad india, Juan Carlos nos invitó a cenar. A los postres, sacó del bolsillo un estuche que me entregó. Al abrirlo, por poco me desmayo, ya que vi, emocionadísima, que se trataba del zafiro de mis sueños, el zafiro que yo había estado deseando y persiguiendo a lo largo de cinco años. ¿Qué había ocurrido? Muy sencillo y muy hermoso. El príncipe tampoco lo había olvidado. Y aprovechando que yo me había ido de compras, decidió hacer lo mismo, acudiendo a la joyería aunque, como me confesaría, sin muchas esperanzas de encontrar lo que buscaba. ¡Cuánto amor había entonces! Pero cuál fue su sorpresa al ver que el zafiro seguía allí después de… ¡¡¡cinco años!!! Y lo compró con todos sus ahorros. Fue uno de esos detalles que no se olvidan jamás. En aquel momento lo de menos para mí era la joya y su valor, que era muy considerable. Lo importante es que, después de cinco años, él no lo había olvidado».

«Aquel zafiro, que luego lo monté en un broche, lo conservo como una de las joyas más amadas por su valor sentimental». ¿Lo seguirá siendo?

Fue uno de esos detalles que, si no son de amor, sí de cariño, que es lo que queda cuando la pasión y el amor han desaparecido, si es que alguna vez existieron. ¿Cuándo se rompió la magia de aquel amor, al menos de aquel matrimonio? ¿En qué momento se convirtieron en una pareja de impulsos controlados y se sintieron más atormentados ambos de lo que parecía bajo una aparente normalidad? ¿En qué momento la Reina decidió cerrar los ojos y tirar para adelante arrastrando su amor?

Aunque ustedes, queridos amigos de OKDIARIO, no se lo crean, aún hubo otro regalo más importante, sí, mucho más, que sorprendió a Doña Sofía hasta hacerla llorar a lágrima viva abrazada a su marido. Se lo contaré la próxima semana.
 

Chsss…​

Sólo el papá de la embarazadita ha mantenido la dignidad cuando fue preguntado sobre el embarazo de su hija.

El resto de la familia, haciendo caja con las exclusivas sobre el acontecimiento. También la nena que puso precio al hijo que espera.

La desagradable sorpresa no sólo fue el embarazo, sino los problemas que el padre tiene con la Justicia.

«Una cosa es reconocer el balance positivo de estos diez años y otra agitar el botafumeiro hasta la caricatura. Menos mal que Letizia está siendo ejemplar» (Álvarez, dixit).

Según la reina Isabel II, «El principal problema de una monarquía es la familia». Esto me suena.

No dudo que sea un buen rey, pero le falta la espontánea simpatía de su padre. Se advierte que le cuesta ser simpático.

La comparecencia de Felipe VI en la balconada del Palacio Real, con motivo del X aniversario, me ha recordado la del día de su proclamación, que pasará a la historia como la del festival de besos al Rey Juan Carlos. (Sí, el Rey).

Todos querían besarle. No sólo Doña Sofía, sino también ¡Letizia! Hasta que dijo con gesto contrariado: «Vámonos ¡¡¡ya!!!».

Me alegro de que los 35.000 euros mensuales del alquiler de la villa Las Cañas, de mi duquesa de Alba, sea para Fernando, el más querido por mí de todos los hijos de Cayetana.
 

Sube & Baja, por Jaime Peñafiel: semana del 23 al 29 de junio​

Sube baja


SUBE: Paloma Barrrientos
La querida y admirada compañera que ha presentado, en el salón de actos de la Asociación de la Prensa de Madrid, su último e interesantísimo libro Reina de corazones (Ediciones B) sobre Isabel Preysler. Desde Julio Iglesias hasta Miguel Boyer. Aunque estaba invitado, no acudí a la presentación por razones personales con la Asociación después de mi salida de El Mundo. Se me olvidaba informar que el acto fue presentado por otra querida compañera, Ana Rosa Quintana.

SUBE: Pepa Muñoz

La famosa propietaria del no menos famoso restaurante El Qüenco de Pepa en Madrid, acaba de publicar sus memorias gastronómicas con el expresivo título Un puchero de verdades (Editorial Espasa). El nombre de esta empresaria está ligado al del World Central Kitchen, la ONG de su colega, el también cocinero José Andrés. Por su restaurante madrileño han pasado celebridades como Jill Biden, esposa del presidente de los Estados Unidos, que, según Pilar Vidal, le ha pedido que vaya a la Casa Blanca a cocinarle.

SUBE: Julian Assange

El pirata informático de 52 años, conocido como fundador de WikiLeaks, ha sido liberado de una prisión británica tras un acuerdo de culpabilidad, después de su batalla de 12 años contra la extradición a Estados Unidos para cumplir una condena de cadena perpetua, por la publicación de una de las mayores publicaciones de material clasificado: medio millón de documentos militares secretos. Durante siete años estuvo refugiado en la embajada de Ecuador en Londres y contraería matrimonio en la cárcel con su abogada Sara González Devant, que cambió su nombre para proteger a su familia, por el de Stella Moris y tienen dos hijos.

SUBE: Sarah Almagro

La joven malagueña de Marbella de 24 años que, sin brazos ni piernas y trasplantada de riñón, se ha convertido en campeona de España, de Europa y mundial de surf y sueña con ir a los Juegos Paralímpicos. «Perdí manos y pies pero con cabeza y corazón no existen límites». El 24 de julio de 2018, con la mayoría de edad recién cumplida, sintió que su vida la engullía un tsunami de infortunios. Se contagió de meningitis meningocócica. Luego vino el colapso multiorgánico. «No sabía que eso iba a derivar en la amputación de mis manos y pies. Es complicado ver las cosas positivas de una amputación pero yo estoy agradecida de estar viva, no de esta situación».
 
Vaya con los ahorros del emérito.......

Qué melodramático es Peña.
A Sarah Almagro no le faltan "brazos y piernas".
La amputación es por debajo del codo y por debajo de las rodillas.

Y la mujer de Assange se cambió el apellido 3 años antes de empezar su relación sentimental con él, no durante, como insinúa Peña.
 
AZUL Y ROSA | MI SEMANA EN OK

Amor a prueba de zafiro​


Aunque ustedes, queridos amigos de OKDIARIO, no se lo crean, aún hubo otro regalo más importante, sí, mucho más, que sorprendió a Doña Sofía hasta hacerla llorar a lágrima viva abrazada a su marido. Se lo contaré la próxima semana.

La semana que viene, contará la sorpresa que le dió a Sofía por su 40° cumpleaños, invitando a todos sus parientes alemanes.

¡Os apuesto un café!

¡Gracias, @MarthaG!
 
Vaya con los ahorros del emérito.......

Qué melodramático es Peña.
A Sarah Almagro no le faltan "brazos y piernas".
La amputación es por debajo del codo y por debajo de las rodillas.

Y la mujer de Assange se cambió el apellido 3 años antes de empezar su relación sentimental con él, no durante, como insinúa Peña.
Increíble......
 

Chsss…​

Sólo el papá de la embarazadita ha mantenido la dignidad cuando fue preguntado sobre el embarazo de su hija.

El resto de la familia, haciendo caja con las exclusivas sobre el acontecimiento. También la nena que puso precio al hijo que espera.

La desagradable sorpresa no sólo fue el embarazo, sino los problemas que el padre tiene con la Justicia.

«Una cosa es reconocer el balance positivo de estos diez años y otra agitar el botafumeiro hasta la caricatura. Menos mal que Letizia está siendo ejemplar» (Álvarez, dixit).

Según la reina Isabel II, «El principal problema de una monarquía es la familia». Esto me suena.

No dudo que sea un buen rey, pero le falta la espontánea simpatía de su padre. Se advierte que le cuesta ser simpático.

La comparecencia de Felipe VI en la balconada del Palacio Real, con motivo del X aniversario, me ha recordado la del día de su proclamación, que pasará a la historia como la del festival de besos al Rey Juan Carlos. (Sí, el Rey).

Todos querían besarle. No sólo Doña Sofía, sino también ¡Letizia! Hasta que dijo con gesto contrariado: «Vámonos ¡¡¡ya!!!».

Me alegro de que los 35.000 euros mensuales del alquiler de la villa Las Cañas, de mi duquesa de Alba, sea para Fernando, el más querido por mí de todos los hijos de Cayetana.

1, 2 y 3. El embarazo de Alejandra Rubio y los problemas de Carlo Constancia.

4, 5, 6, 7 y 8. La abdicación de Juan Carlos y la celebración de los diez años de Felipe en el trono.

9. Lo dice.
 
+SUBE: Sarah Almagro

La joven malagueña de Marbella de 24 años que, sin brazos ni piernas y trasplantada de riñón, se ha convertido en campeona de España, de Europa y mundial de surf y sueña con ir a los Juegos Paralímpicos. «Perdí manos y pies pero con cabeza y corazón no existen límites». El 24 de julio de 2018, con la mayoría de edad recién cumplida, sintió que su vida la engullía un tsunami de infortunios. Se contagió de meningitis meningocócica. Luego vino el colapso multiorgánico. «No sabía que eso iba a derivar en la amputación de mis manos y pies. Es complicado ver las cosas positivas de una amputación pero yo estoy agradecida de estar viva, no de esta situación».
Qué extraño! En Argentina la vacuna antimeningocócica pertenece al calendario nacional de vacunación y por eso es obligatoria y totalmente gratuita...
Si a los 11 años de edad le hubieran dado la dosis única de esa vacuna, dejando de lado los costos económicos y de sufrimiento que insumió su enfermedad, la chica aún tendría sus pies y manos.
 
Qué extraño! En Argentina la vacuna antimeningocócica pertenece al calendario nacional de vacunación y por eso es obligatoria y totalmente gratuita...
Si a los 11 años de edad le hubieran dado la dosis única de esa vacuna, dejando de lado los costos económicos y de sufrimiento que insumió su enfermedad, la chica aún tendría sus pies y manos.

En Osakidetza, Euskadi - País Vasco, aparte de las puramente infantiles (meningococo B y C), se pone a los 12 años. Desconozco si, en Andalucía, de donde es Sarah Almagro, también.

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¡Saludos, @monicacotilleando!
 
Qué extraño! En Argentina la vacuna antimeningocócica pertenece al calendario nacional de vacunación y por eso es obligatoria y totalmente gratuita...
Si a los 11 años de edad le hubieran dado la dosis única de esa vacuna, dejando de lado los costos económicos y de sufrimiento que insumió su enfermedad, la chica aún tendría sus pies y manos.
Las vacunas ofrecen protección pero no inmunidad absoluta.
Aunque estés vacunada, una pequeña minoría se contagiará.
 
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