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¡Que malas somos!...Y él, más.
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¡Que malas somos!...Y él, más.
Yo no lo pago, siempre he pensado algo así, hasta que han muerto familiares con seguro donde lo único que hemos tenido que hacer es elegir un ataúd y firmar; y otro que no tenia seguro y tenia el dinero en una cuenta que se bloqueo y fue un pifostio a la hora de reunir dinero, que son carísimos, y buscar funerarias y gestionar todo.Con lo que pagas el seguro cada les
Pagas 4 veces más un entierro...
Puedes abrirte una cuenta en tu banco y mes a mes meter un dinero y ese dinero solo dejarlo exclusivamente para el entierro
Para mi gusto, ni una cosa ni otra. Un término medio me parece lo ideal.Será como reacción a tanto vestido de novia con transparencias, escotadísimos por delante y por detrás, con piernas al aire y nenas de MarthaG ídem.
Si, eso es lo ideal, pero si te fijas la gente de dinero de toda la vida, cada vez va más sencilla y con menos joyas, y por el contrario, los nuevos ricos e influencers, no pueden ir ya más recargadas a cualquier sitio. Por no hablar de la gipsy kings que llevan oro hasta en las bragas.
Supongo que los ricos lo hacen para distanciarse de tanta ostentación.
No olvidemos su lema: "menos es más".
Si, por eso digo que el término medio es lo ideal.Pero una cosa es la "sencillez" de los ricos de la Costa Este de Estados Unidos, que es lo que en redes se llama lujos silencioso, caracterizada por ropa de cortes modernos perfectamente bien entallada y que se mueve dentro de una misma gama de colores, otra el estilo monjil recargado de esta gente, porque curiosamente es recargado, aunque carezca de los logos que tango gustan a influencers, raperos y mafiosos. O sea, esta novia tiene un chaleco lleno de ornamentos, un vestido y una sobrefalda que termina en cola igual de recargada. Las invitadas, como Tamara, hacen un rejunte de texturas y colores que están reñidos con la discreción que buscan los primeros.
Hay otro detalle sumamente importante que no has tenido en cuenta y que solo por él merece la pena tener un seguro de defunción, que entre otras cosas, es muy peq. la cuota hasta que pasas de los 65 años, entonces sube algo más, aún así merece la pena...Yo no lo pago, siempre he pensado algo así, hasta que han muerto familiares con seguro donde lo único que hemos tenido que hacer es elegir un ataúd y firmar; y otro que no tenia seguro y tenia el dinero en una cuenta que se bloqueo y fue un pifostio a la hora de reunir dinero, que son carísimos, y buscar funerarias y gestionar todo.
Que frío me da ver los pies de la Corsini!
Me parece bonito y estiloso pero qué frrriiioooo!El estilismo de la Junot me parece muy despropositado.
Sí, pero que estilosa es "la jodía" jajaNo me gusta, ni cómo va la novia, ni las invitadas.
Por cierto, alguien debería decirle a Amparo Corsini que existen colores más allá del blanco y negro:
Ver el archivo adjunto 3447634
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Nunca había oído que devuelvan dinero del seguro de defunción.....Hay otro detalle sumamente importante que no has tenido en cuenta y que solo por él merece la pena tener un seguro de defunción, que entre otras cosas, es muy peq. la cuota hasta que pasas de los 65 años, entonces sube algo más, aún así merece la pena...
El peq. o gran detalle es que fallezcas donde fallezcas, dentro o fuera del país, te solucionan todos los tramites y el papeleo, en una palabra, se ponen a tu disposición, si al final del proceso sobra dinero, porque no has usado todos servicios a los que el difunto tenía derecho, te lo devuelven con las cuentas claras...
Lo de aquí no estilo recargado. Es estilo rancio. Un que se nite que tenemos joyas de toda la vida, de las que hay que ponerse como dios manda y con ropa de "soy aristócrata desde hace 150 años y no me da la gana vivir en el siglo xxi" con un tufillo de "por vuestra culpa no me puedo poné mis joyones a diario, que me lo robáis" ( esto último es una licencia poética)Pero una cosa es la "sencillez" de los ricos de la Costa Este de Estados Unidos, que es lo que en redes se llama lujos silencioso, caracterizada por ropa de cortes modernos perfectamente bien entallada y que se mueve dentro de una misma gama de colores, otra el estilo monjil recargado de esta gente, porque curiosamente es recargado, aunque carezca de los logos que tanto gustan a influencers, raperos y mafiosos. O sea, esta novia tiene un chaleco lleno de ornamentos, un vestido y una sobrefalda que termina en cola igual de recargada. Las invitadas, como Tamara, hacen un rejunte de texturas y colores que están reñidos con la discreción que buscan los primeros.