Es que además la mujer no habla el idioma, no tiene tarjeta marroquí en el teléfono ni se sabría conectar al wifi del aeropuerto, tampoco llevaría dirhams, habrá tenido que cambiar para tomarse el café.Yo me he quedado pericueta. Yo debo ser de otra pasta o de otro mundo pero soy incapaz de concebir lo de estas conversas