Hola Aurorita, Felices Reyes, aunque hace tiempo decidieras echarte en brazos de una religión y cultura retrógradas.
Te noto triste y no es para menos. Sostienes entre tus manos las manualidades navideñas que tu madre teje, mientras hablas sobre lo que harás cuando seas profesora. Quieres y por estas fechas, regalar a tus alumnos algún detallito navideño. Porque según sigues diciendo, aunque los musulmanes no celebráis la Navidad, (que quede claro), a ti te gusta todo lo que ello conlleva; sin profundizar en el verdadero sentido; sencillamente, te atraen las luces, las bolas de colores, el espumillón...
Debe ser difícil vivir entre dos mundos tan diferentes. Vivir esa dualidad en la que estás atrapada. Tú no eres Hanto ni otras conversas parecidas. Tú tienes capacidad de raciocinio y tus hijos, te recuerdan todos los días, que más allá de Ceuta, (y con suerte), nanai de la china. Es entendible que ellos tienen clase y no han podido acompañarte, ya que en su país, dado a su religión y cultura, cultura o religión, da igual que da lo mismo, no se celebra la Navidad. Así que has aprovechado estos días, para Ir al médico a tu Granada natal y estudiar en casa de tus padres tranquilamente. Fíjate tú qué cosas.
Te pronostico que seguirás evolucionando, que después de sacudirte el pañuelo de encima, serás capaz de gestionar y redirigir, aquella decisión, tomada prácticamente, guiada por tus instintos y desde la inmadurez. Ya sabes...tus padres llevaban razón. Esa reticencia suya, no era gratuita.
Yo te deseo lo mejor, que lo sepas.