Es muy raro, sin duda. Es una precaución mínima que sin duda llama poderosamente la atención que no adoptara. Pero no sólo ella, ninguno de los demás... Supongo que estarían demasiado alterados para pensar en otra cosa que no fuera marcharse rápido.
Los cinturones funcionaban, según se dijo luego de la pericia realizada a los restos del coche.
Aparentemente no mostraba indicios de ebriedad. Dodi lo vio por pocos minutos antes de salir, pero el guardaespaldas Rees-Jones estuvo con él en el bar del hotel, y lo vio consumir alcohol, están los tickets que prueban las bebidas que pidió Henri Paul. Los dos Ricard dobles corresponden a Henri Paul y el resto es la consumisión de los guardaespaldas.
Ver el archivo adjunto 1586670
No recuerdo si lo puse en la cronología, pero tenía 1,75g, el límite en Francia es 0,5g y si se tratara de un conductor profesional, 0,2g.
Pero ocurre que el guardaespaldas no habló mucho con Henri Paul tampoco, como para evaluar su estado. No había un ánimo muy cordial entre ellos, el guardaespaldas Kes Wingfield le preguntó qué estaba tomando y él le contestó "Piña". Y se ve que no le gustó que lo interpelaran, porque les dijo (ellos estaban cenando) que el gerente Mr. Klein no permitía que el personal comiera en el hotel. Ellos le contestaron que no trabajaban para Klein, sino para Mr. Al Fayed, y que Dodi les había dicho que cenaran ya que desde el desayuno no habían podido comer prácticamente nada. Luego de ese entredicho no hablaron más con él hasta el momento de coordinar la salida (y eran unos cuantos: además de Rees-Jones y Wingfield, los otros dos choferes, el encargado de seguridad François Tendil y el guardia Thierry Rocher -subordinados ambos de Henri Paul- y el ayudante del gerente Claude Roulet). Nadie se percató de su estado.