El de Diana de Gales fue un caso excepcional porque ya no pertenecía a la Familia Real y se improvisó todo sobre la marcha, el traslado del cuerpo se realizó como tal y, una vez en UK, debido a la presión de la gente jaleada por Blair se adaptó el ceremonial de las exequias, no de la Reina, si no de la Reina madre.
En este caso hablamos del Rey que, de morir en un país de la Commonwealth, de los que es Rey, exigiría un ceremonial y unas exequias en el país donde se produjera la muerte antes de ser trasladado a Londres, lo que exigiría, para empezar, el traslado de toda la Familia Real al país en cuestión para asistir a las primeras exequias, al igual que la Reina no pudo ser trasladada sin más a Londres, al morir en Escocia.
