Hay flanas que ya están poniendo en duda el show que está montando la Hermanísima Yoísta yo yo yo. Alguno dice que el drama tan drama ante la cámara está impostado.
Por un lado, Evo sigue adelante con su vida. Lamenta el no volver a Andorra a vivir pero olvida que no tiene Cash suficiente para vivir allí. Nombra a su hermano desde el echar de menos y no hacerse a la idea de lo sucedido pero desde un prisma más unineuronal. Como si las cosas no fueran con ella.
Sín embargo la Hermanísima Yoísta está desatada. Todo lo está haciendo ella: dando de baja el negocio indeterminado del hermano, vendiendo una bici y cinta de caminar, investigando quién lleva la contabilidad de la empresa, trámites notariales y administrativos para ver si hay testamento, pensiones de viudedad y orfandad, escritura del columbario,
guardar en SU habitación las cenizas del hermano, dar de baja los servicios de casa y empresa, etc TODO TODITO.
A todo esto la viuda (segunda pareja del fallecido y madre de su hija) no tiene cuerpo para hacer nada. De hecho, en el hospital tampoco hacía nada mientras la otra parte estaba falleciendo. Hasta estaba comiendo en casa de Raquel cuando Evo y los padres del difunto se molestan porque una médica les dijo de malas maneras que se estaba muriendo (ya lo habían dicho desde el ingreso y allí nadie pillaba nada de lo sucedido). Ya si eso comentamos otro día el circo que los padres de este hombre no quisieran entrar a verle en UCI porque les causaba impresión verlo con cables
(El hermano tenía un hijo de una anterior pareja y con la nueva una hija. Parece que en esta familia son aficionados a tener hijos por ahí.)
Mientras la Yoísta se encarga de todo, la hija del finado está en casa de Evo para dejar su perra e irse de vacaciones con la novia a Mallorca.
Raúl Bandera Roja vive en su mundo y le resulta molesto que Raquel necesite estar sola y llorar. Es nulo para llevar un mínimo de tareas e higiene en el hogar. Todo lo que no sea ir en su deportivo carece de importancia.
A todo esto la lumbreras de la familia Yoísta solo quiere volver a ser la persona de antes y reír, ser feliz y bla bla bla.
Todo lo sufre ella, todo lo llora ella, todo lo hace ella.