La verdad es que si pusiera el mismo empeño que puso para quedarse embarazada en criarla, mejor le iría a la pobre cría.
Además lo tenía perfecto, sus otros 4 hijos ya mayorcitos todos, su casa tal y como dijo ella la pudo comprar sin hipoteca y encima se quedó en paro porque la echaron del colegio. Podría haber aprovechado esos dos años para dedicarse a su bebé, a sus otro hijos y también a su marido.
Pero el pollo sin cabeza tuvo que enmarranarse en montar una tienda propia e ir cuesta abajo y sin frenos.