Pues si puedes aportar una foto calvo de juventud te lo agradecería...
Forero @Jorje3K en el foro Burbuja
Carles Puigdemont estuvo a punto de morir guillotinado por un tráiler en un grave accidente de carretera la noche del 24 al 25 de enero del 1983. Estuvo entonces "cinco meses de baja" y los médicos le salvaron "el ojo, el párpado y la nariz como pudieron"
Fuente: Puigdemont estuvo a punto de morir decapitado en un accidente de tráfico - Noticias Política - Noticias Política - e-notícies
Como consencuencia tuvo secuelas en forma de cicatrices, una de ellas muy abrupta en un parietal.
Fuente: Los compañeros del presidente catalán Carles Puigdemont se mofan de su peinado: Le apodan 'El Motxo' (la fregona)
Desde entonces usa una peluca para disimularla. De hecho en su propio partido le han llamado desde siempre el motxo, que es la traducción literal al catalán de la fregona.
Fuente: 'El motxo', alias de Puigdemont en su propio partido - Libertad Digital
Puigdemont se niega a reconocerlo. Incluso se ha inventado una historia acerca de donde se corta el pelo. En su entrevista el otro dia con Evole, el periodista le pregunto: usted donde se corta el pelo? y recurrio al 'fake' de la peluquera de Gerona.
Fuente: La peluquera de Puigdemont le aconseja un cambio de look
Sin embargo, desde que se ha hecho cargo de la Generalidad tiene un equipo de estilistas que no le dejan solo ni por un momento. Veamos lo que dice un experto:
Su peluca es impecable, en todos sus ingredientes: cabello natural, desorden bien estudiado, color perfecto para las arrugas de la cara y un seguimiento fotográfico, por parte del interesado y de quien le cuida, sin fallos. El President y sus peluqueros conocen bien su imagen capilar y la presentan perfectamente sin fallar nunca. Sin embargo, hay tres cosas que son ontológicamente indisimulables, aunque sea en una buena peluca: fallan los perímetros relativos del cráneo y la malla del pelo (hay aire ocioso), se da una mala conexión patillas-peluca, y las sienes se presentan vacías.
Fuente: La peluca de Puigdemont y la coyuntura política