El primer día de los tres programados empezó con una fiesta de disfraces en la que para su sorpresa tuvieron que pagar las consumiciones. "
Y como todos íbamos disfrazados y no sabíamos que cobraban, casi no llevábamos dinero encima. Imagínate, ir vestida de Marilyn Monroe en La tentación vive arriba, ¿dónde metes la cartera? Y además las copas costaban ¡20 Euros cada una!", se quejaba una invitada. El segundo día, los novios cenaban en el restaurante Kilómetro 5, a las afueras de Ibiza, y
los invitados que desearan acompañarles tenían que pagarse la cena, un menú de 60 Euros por persona, bebidas aparte. El tercero era el día de la boda, celebrada en un hotel rural en el interior de la isla. Quien se alojara en el mismo hotel pagó por los tres días de estancia 1.800 euros. Los que se quedaron en la ciudad debían alquilar un coche o coger un taxi, que no bajaba de los 40 euros de ida y otros tantos para volver.