Es obvio que estaba William. Al igual que Tom Jones, Bryan Ferry, Take That, Rod Stewart, Nelly Furtado, James Morrison, Elton John y hasta David Beckham. Y otros cientos de miles más, porque era un concierto en el estadio Wembley...
Hay que buscar la quinta pata del gato, como siempre.
pues claro, si aparece un nombre y en la fiesta hubo dos con los apellidos. Vamos a esperar todos los nombres que salgan la semana que viene, que esta semana no creo que dé para mucho más.
Aquí soy muy cautelosa. Hace la tira de tiempo estuve en una fiesta de fin de año, no conocía prácticamente a nadie, sólo a la prima de uno de los anfitriones que conocía de un trimestre en Inglaterra años antes, sabía que estaba en su ciudad y se empeñó. Fue en una finca, no faltó de ná, ni champán del bueno, ni caviar, el buffet fue de una decadencia que daba entre vergüenza y lástima. Tocaron tres grupos de música archiconocidos, uno por generación. Aunque no me gustaba el ambiente, tengo que decir que los disfruté, bailé un montón.
De lo que no me enteré es que en otra casa de la finca casi había montado un prostíbulo que por lo visto había de todo para todos los gustos, Ni idea, porque es que ni me mosqueé. Pero lo que es más importante, allí se jugó la famosa partida de cartas de un millón de euros que después sería clave en los juicios de corrupción de marbella, aquellos que enlazaban a los corruptos marbellíes con el califa de Córdoba. Estaba aquello que pululaba de corruptos archiconocidos y yo ni me enteré. Cualquiera que nos hubiera visto no se habría creído que no tenía ni pjolera idea de nada.
Quizá si yo hubiera sido famosa algún periódico se hubiera hecho eco, o hasta me hubiera citado un juez. Y estoy segura que una parte importante de los invitados era como yo, que ni sabían lo que había detrás. Yo sabía que la familia tenía una constructora, había construído varias urbanizaciones y se había forrado, Nada más, si no fijo que no pongo un pie allí.