Holykiii

A mi no me sorprende mucho. Como conté yo tenia un familiar que ingresaba de manera recurrente. Muchas veces salía de forma prematura desde mi punto de vista (la salida la decide un psiquiatra, ósea que si esta fuera es con el visto bueno de un facultativo) y yo lo veía algo más calmado y sin alucinaciones, pero en la misma tónica que antes de ingresar. Es decir, mismas ideas obsesivas, misma dinámica.

Por desgracia no es por una estancia en el ala de psiquiatría que la cosa va a mejor. Simplemente se estabilizan ciertos parámetros, el tiempo que dure la medicación. La clave está en que a partir de ahí, haya un clic, se haga terapia psicológica, haya aceptación, se cumpla con la pauta de seguimiento y medicación psiquiátricas religiosamente, y haya unión familiar.

Os aseguro que es un infierno lo de las enfermedades mentales. Simplemente, no se vive nunca tranquilo. Y lo del enfado con familiares o vecinos a la salida es muy común, al final es como un círculo vicioso.
 
Hala, a seguir defendiendo lo indefendible... que no chica, que tienes pelos ahí abajo desde hace muchos años y no vale tratar como un trapo a una madre, eso nunca.

Hace mofa de que el ingreso es por culpa de su madre, no perdona... el ingreso es POR TI, por tus acciones, por j*derle la vida a la vecina, por j*derte la vida a ti misma y tu madre, que no podrá más con la situación (y que tendrá sus propios problemas, como todo hijo de vecino) hace lo último que puede, forzar un ingreso antes de que hagas alguna tontería, porque para ella, eres lo más importante... ¿y así se lo pagas?

Ya lo de poner la dirección de tu casa en stories... madre mía, sin comentarios.
 
La familia (sobre todo la madre) tiene que estar literalmente temblando, qué horror.

En el Instagram de la madre, no sé cuántos años tendrá, pero se la ve con una mirada de triste y super consumida. Al final tener una hija así hace mella en toda la familia y si encima dice cosas odiosas sobre ti en las RRSS mucho más.

Una pena que no valore el esfuerzo de sus padres ..pagarle una casa, sus caprichos e intentar ayudarle ingresandola en un sitio.
 
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