Los investigadores sostienen que el tesorero socialista contaba con un modus operandi diseñado para el desvío de comisiones ilegales
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La Guardia Civil concluye que el PSOE valenciano usó la Confederación del Júcar para el cobro de mordidas en la etapa Zapatero
Los investigadores sostienen que el tesorero socialista contaba con un modus operandi diseñado para el desvío de comisiones ilegales
Alejandro Entrambasaguas
La
Unidad Central Operativa (UCO) de la
Guardia Civil concluye en uno de los informes que ha remitido al juez que investiga el 'caso Azud', la trama de corrupción sobre la financiación ilegal del PSOE de Valencia, que el tesorero de los socialistas usó la
Confederación Hidrográfica del Júcar para nutrir la contabilidad paralela del partido durante la etapa de Zapatero. El Debate publica hoy el informe de los investigadores, que ponen el foco en la oficina del Gobierno que en la actual crisis tardó en alertar sobre las riadas que provocaron las inundaciones de varios municipios valencianos.
El informe policial remitido al Juzgado de Instrucción número 13 de Valencia sostiene que
José María Cataluña, tesorero de la formación política, puso el foco en un contrato de la Confederación del Júcar para poder cobrar comisiones ilegales. En concreto, los investigadores han intervenido anotaciones en la agenda de Cataluña que señalan que se trata de la constructora Lubasa, que recibió un contrato de 29 millones de euros por parte de Acuamed, dependiente al mismo tiempo del
Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico que en la actualidad todavía dirige
Teresa Ribera. Este contrato fue adjudicado el 27 de abril de 2007 y los agentes sostienen que las mordidas fueron pactadas días antes de que se diera luz verde al encargo. Concretamente, «en la fecha límite para la presentación de ofertas».
La UCO acredita la existencia de un método automatizado para el cobro de mordidasEl Debate
Los investigadores de la UCO trasladan al juez que el jefe de las finanzas del PSOE valenciano contaba con un
modus operandi perfectamente diseñado para el desvío de mordidas. «Para el pago de esta comisión se habrían articulado una serie de operativas que, analizadas de forma conjunta, habrían tenido la aparente finalidad de encubrir el origen delictivo de los fondos. Firma de contratos simulados, emisión de facturación ficticia, interposición de terceras empresas ajenas al grupo empresarial o simulación de prestación de servicios», explican los agentes.