La princesa Diane, duquesa de Württemberg, celebró su 85 cumpleaños en el castillo de Altshausen con su hijo, el duque Eberhard, y su nuera, la duquesa Gaby. Otros dos de sus hijos, el duque Felipe y la duquesa Matilde, princesa de Walburg-Zeil, se han unido a ella
El personal de cocina había hecho este pastel en forma de paleta de pintura, un guiño al alma artística de la princesa.
Obligada a abandonar el castillo durante meses, la princesa sigue buscando un nuevo remanso de paz en la isla de Palma de Mallorca, donde ha creado una nueva fundación para ayudar a los ancianos y aislados como parte de proyectos intergeneracionales.
El objetivo de la princesa Diane es poder establecerse en la isla a finales del verano.
Sin embargo, dejará Althsausen y su estudio con pesar, pero la atmósfera se ha vuelto demasiado pesada a pesar de su gran fuerza de carácter.
La princesa Diana tiene estrechos vínculos con la población local, ya que vive en Alemania desde 1960.
A día de hoy, sigue contando con la amabilidad y el cariño de los aldeanos, con los que se reencuentra los domingos en misa, con los miembros del personal del castillo que siempre le son muy fieles.
A pesar de las dificultades de los últimos meses, que han afectado su salud durante un tiempo, la princesa sigue preocupada por ayudar a los demás como siempre lo ha hecho.
El personal de cocina había hecho este pastel en forma de paleta de pintura, un guiño al alma artística de la princesa.
Obligada a abandonar el castillo durante meses, la princesa sigue buscando un nuevo remanso de paz en la isla de Palma de Mallorca, donde ha creado una nueva fundación para ayudar a los ancianos y aislados como parte de proyectos intergeneracionales.
El objetivo de la princesa Diane es poder establecerse en la isla a finales del verano.
Sin embargo, dejará Althsausen y su estudio con pesar, pero la atmósfera se ha vuelto demasiado pesada a pesar de su gran fuerza de carácter.
La princesa Diana tiene estrechos vínculos con la población local, ya que vive en Alemania desde 1960.
A día de hoy, sigue contando con la amabilidad y el cariño de los aldeanos, con los que se reencuentra los domingos en misa, con los miembros del personal del castillo que siempre le son muy fieles.
A pesar de las dificultades de los últimos meses, que han afectado su salud durante un tiempo, la princesa sigue preocupada por ayudar a los demás como siempre lo ha hecho.

