Yo entiendo que si iba todas las semanas al chino de Madrid a por género, es una lata el ir y volver. Se le subió mucho a la cabeza y ahora va cuesta abajo y sin frenos. Ha subido muchísimo los precios y la ropa que vende no deja de ser la que puedes encontrar en una tienda chiná o en el mercadillo y encima a precio de oro.