Menuda machistada acabas de soltar amiga...
Yo he tenido a dos compañeras de instituto gitanas, ambas primas, inteligentes y guapas a las que las tenían a dieta para que encontraran "un buen hombre". Y eso que eran unas niñas monísimas y delgaditas. No querían que fuesen a natación, a practicar otro tipo de deporte o a un gimnasio por miedo a que las "pervirtieran" o los hombres o las que no éramos gitanas.
Una de ellas se rebeló, terminó el bachillerato y, para escándalo de su familia, se matriculó en la escuela de idiomas para aprender inglés y francés en condiciones. Como no se quiso casar a los 18 tuvo que acabar poniendo tierra de por medio y casi quedarse más sola que la una. Resulta que se había enamorado de un chico que no era gitano y eso lo empeoró todo. Hoy en día sigue siendo un chica guapa, inteligente y trabajadora, casada con aquel novio que nadie quería en su familia. Es madre de tres hijos y con más de 35 años ha obtenido un título universitario. Es la envidia de todas las mujeres de su familia. No padece diabetes ni sobrepeso porque se cuida como debe ser. No tiene nada que ver con maquillarse como una puerta o perder el sueño por no ser Barbie Malibú.
Cuando se intenta anular la individualidad de una mujer, tratarla como a mercancía y bestia de carga, controlar todos y cada uno de los movimientos que hace, pues pasa lo que pasa: O pasan por el aro o tienen que marcharse y sufrir acoso y amenazas por parte de familiares que dicen quererlas.
A mí que me expliquen que es incompatible desear un mejor futuro como mujer con ser una persona familiar y cariñosa. Porque es lo que intentan hacer con la mayoría de las mujeres gitanas: no aprendas, no pienses por ti misma, no te expreses en voz alta, agacha la cerviz delante de los hombres aunque sean cabrones, no vales nada porque eres mujer, solo serás feliz si estás con los tuyos, fuera de aquí nada que los payos son lo peor. Qué necesitas fuera de casa si aquí estás como una reina.
Si las paredes de los despachos de trabajadores sociales, psicólogos o médicos pudieran hablar, a más de uno le entrarían sudores fríos. A los mismos que le dicen a las mujeres que la depresión o la ansiedad son cosas de payas y que prefieren verlas empastilladas antes de que vayan a la consulta del psicólogo a "hablar" o a la consulta de una ginecóloga o la matrona a ponerse un DIU. A esos mismos no les interesa verlas cuidadas, guapas y a gusto consigo mismas en el tema estético porque ellos están hechos una piltrafa.
Edito para añadir que Saray ha ganado peso porque llevan una vida muy sedentaria y tal vez tenga hábitos de alimentación y nutrición negativos.
A mí me parece una mala persona, dañina y tóxica pero le reconozco el mérito de plantarse ante su abuelo y sus padres para negarse a ser bailarina, como casi todos en su familia. Se casó con Jorge, un hombre que la ha querido y respetado, que ha visto con buenos ojos sus deseos de ser algo más que ama de casa, así que supongo que habrá sido feliz.