Según la Administración de Comercio Internacional, los visitantes procedentes de Europa que pasaron al menos una noche en Estados Unidos
cayeron un 17% en marzo respecto al año pasado. Otros datos, como un análisis
del Financial Times, arroja que los viajes desde algunos países, incluidos Irlanda, Noruega y Alemania, cayeron más de un 20%.
Más allá de los europeos, el número total de turistas extranjeros que viajaron al país
bajaron más de un 20% el mes pasado, la caída más pronunciada desde 2021 por los efectos de la pandemia del covid. "En tan solo dos meses, [Trump] ha destruido la reputación de Estados Unidos, como lo demuestra la disminución de los viajes desde la UE a este país", dijo Paul English, cofundador del sitio web de viajes Kayak,
a The Financial Times. "Esto no solo supone otro golpe terrible para la economía estadounidense, sino que también
representa un daño a la reputación que podría tardar generaciones en repararse".
'Todo se mira con lupa'
Esta tendencia puede tener un impacto significativo
en la economía de Estados Unidos, en la que el turismo representa el
2,5% del PIB del país. A pesar de las advertencias de agencias de viajes y grupos hoteleros sobre las consecuencias de la 'mala fama' de las
políticas del presidente Trump, es todavía pronto para calcular las pérdidas para la industria turística estadounidense. Fuentes del sector en España afirman a El Confidencial que, de momento,
no hay datos que indiquen una disminución o cancelaciones significativas de viajes de ciudadanos españoles al país en comparación con años anteriores. Sin embargo, confirman que han apreciado "una discreta disminución en las consultas de viajes a este país". Por el contrario,
sí ha aumentado el interés en viajes a Canadá y países latinoamericanos como Argentina, aunque
no hay indicios suficientes como para vincularlo con la situación política en Estados Unidos.
La misma fuente advierte que, antes de viajar al país, es importante informarse bien porque
"ahora todo se mira con lupa", e infracciones menores, como exceder ligeramente la duración del visado o proporcionar información incorrecta sobre el propósito de la estancia, pueden impedir el acceso al país o acabar en arresto. Recientemente, el Departamento de Seguridad de Estados Unidos anunció que empezaría a revisar la actividad en redes sociales de los solicitantes de residencia para detectar
posibles "contenidos antisemitas". La medida plantea que los estudiantes y ciudadanos extranjeros
no podrán solicitar la residencia permanente legal en el país si han publicado mensajes
considerados como "antisemitas" por parte del Gobierno estadounidense.
Para Ana Hernández, detrás del
canal Azul Místico,
youtuber y exazafata de vuelo, este ya es un motivo para descartar cualquier viaje a Estados Unidos. "Me podrían
deportar perfectamente con la de cosas que yo he dicho de Trump y de lo públicamente que he defendido Palestina", explica a este periódico.
Mucho antes de que Donald Trump iniciara una cruzada ideológica contra Europa e hiciera saltar por los aires el comercio internacional con su lista de aranceles, Hernández ya tenía claro que
Estados Unidos no sería su principal destino. La última vez que viajó a este país fue durante la primera legislatura del republicano. "Había estado antes y
noté bastante diferencia con viajes anteriores, no me sentí tan cómoda y
estaba un poco desencantada".
Su reelección acentuó su postura. "Ahora me genera un rechazo total por el giro que están dando a ser un país
más machista, más racista, más homófobo y que no tienen reparo en violar los derechos humanos y encima hacen alarde de ello en redes sociales. Que un país que tanto se llena la boca
hablando de libertad y criticando a países como China decida controlar las redes sociales de la gente y prohibirle el acceso en base a
algo tan personal como la opinión política me parece surrealista", critica Ana Hernández.
Al igual que otros europeos, la
youtuber está a favor
de iniciar un boicot para mostrar sur rechazo a las políticas del republicano. Hernández cree que esta herramienta es poderosa y que si muchas personas dejaran de viajar a Estados Unidos, se podría
enviar un mensaje importante a ese país. "También hay un factor de rechazo que ya no solo es boicot, sino que
Trump no para de insultar a los europeos y a cualquier país que no sea Estados Unidos, básicamente. Y hay un sentimiento de '
¿te crees superior a mí? Pues no pienso darte mi dinero'. Si puedo evitar viajar a Estados Unidos o comprar productos de origen estadounidense, seguramente lo haré”, concluye.
Arrestados y expulsados
Hace pocos meses, este escenario podría parecer muy poco probable. Pero a las políticas de Trump se unieron los casos de europeos como
Rebecca Burke, una británica de 28 años. Esta artista gráfica había pasado seis semanas de mochilera recorriendo EEUU y, cuando se disponía a abandonar el país rumbo a Canadá,
fue esposada y detenida en un centro de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), donde pasó 19 días. Viajaba sola y, como había hecho antes en un viaje a San Francisco durante dos semanas,
se alojaba gratis a cambio de limpiar la casa o pasear el perro de los dueños a través de la web Workaway,
según relató a The Guardian. El motivo de su detención
habría sido viajar con visado de turista en vez de trabajo para alojarse a cambio de hacer las tareas domésticas.
Otro caso fue el de
Jessica Brösche, tatuadora de 29 años, que se disponía a cruzar la frontera entre México y Estados Unidos desde Tijuana, con una amiga tatuadora, y llevaba su equipo para tatuar. Este habría sido el motivo por lo que fue acusada de
querer trabajar ilegalmente en Estados Unidos,
según The Guardian y por lo que pasó seis semanas detenida hasta ser expulsada del país.
Lucas Sielaff, de 25 años, también fue arrestado después de cruzar la frontera de México.
Y
Fabian Schmidt, un alemán de 34 años, que reside en Estados Unidos desde 2007, fue arrestado tras llegar a
Boston desde Luxemburgo y recluido en un Centro de Detención en Rhode Island. Según su familia,
fue interrogado de forma violenta y desnudado. Su detención estaría relacionada con un delito menor del pasado, cuando fue sorprendido por llevar con marihuana en su coche en 2015.
La problemática puede ser todavía mayor para una persona que
forme parte del colectivo LGTBIQ+. La Administración Trump
emitió recientemente una supuesta directiva de género, que declara que
solo existen dos géneros en Estados Unidos. Desde 2022, los estadounidenses podían indicar, además de “F” (femenino) o “M” (masculino), la letra X, en sus pasaportes. La X también es una opción en los pasaportes de Alemania y Austria, por lo que el Ministerio de Asuntos Exteriores austriaco, ha advertido a sus ciudadanos, que los solicitantes de una ESTA o visado, "deben seleccionar masculino o femenino como su género.
No hay otras opciones disponibles".
El Ministerio de Exteriores español también ha actualizado al respecto sus recomendaciones, advirtiendo que "las recientes medidas adoptadas por el Gobierno de Estados Unidos requieren que
estos formularios reflejen el s*x* biológico del viajero al nacer".
La pausa de Trump chafa los planes a los rumanos
Para los rumanos, los viajes a EEUU
no serán tan sencillos como pensaban este año. Durante el gobierno de Biden, Rumanía había sido
incluida en la lista de exención de visado. La medida tendría que haber entrado en vigor el 31 de marzo. El gobierno de Trump ha pausado la decisión. En un comunicado, Washington expuso que estaba revisando
la reciente incorporación de Rumania al Programa "para garantizar el cumplimiento de sus estrictos requisitos de seguridad".
"Mucha gente se encarga de contarnos historias que han leído, y al final empezamos a preguntarnos si hacemos bien yendo o no"
Uno de los afectados es
Bogdan Oprea, un rumano que este verano debía viajar a Estados Unidos para una reunión con primos y parientes. Ya había comprado billetes de avión e iba a solicitar el ESTA, según contó a Hotnews. Tras la pausa de Trump,
se plantea si renunciar a su viaje a Seattle.
A pesar de todo, algunos mantienen sus planes en Estados Unidos. Ángela, española de 35 radicada en Suiza, compró el vuelo para ella y su pareja
antes de la llegada de Trump. En su caso, lo único que han notado es que los
precios de los hoteles "varían de un día a otro". Por ahora, están tranquilos: el ESTA se tramitó rápido y tiene confianza en que no va a pasar nada. "Pero mucha gente
se encarga de contarnos historias que han leído o visto en Tiktok, y al final empezamos a preguntarnos si hacemos bien yendo o no".