Me ha encantado la publicación de Tomomi, porque resume muy bien el espiritu de compañerismo que debería reinar en este tipo de pruebas (sobre todo en larga distancia). Una cosa es la competición pura y dura, o en carreras con mucha presencia, lo que se juegan los cabeza de carrera, y otra muy distinta es lo que se vive más atrás. En este caso, se trata de una carrera atípica que podría haberse vivido de otra manera, pero es que yo valoro mucho acabar con buenas sensaciones y sobre todo una sonrisa.