Hola primas, aquí os dejo la Balaletter de hoy donde la caradura de Belén Canalejo nos viene a hablar de límites a los hijos como si ella fuera un ejemplo a seguir de crianza.
¡Hola, chicas! ¿Cómo estáis? Espero que muy bien y que hayáis tenido una bonita semana.
Hoy quiero compartiros algo que me pasó ayer mientras Teo estaba en su entrenamiento de fútbol. Había quedado yo con una madre del equipo para darle unos tips para su próximo viaje a España. Total que ella vino acompañada de su otro hijo más pequeño.
El niño se había traído también una pelota para jugar al fútbol.
La madre le dijo que se uniera a otros niños estaban jugando en algunas porterías. Estábamos en una pista de atletismo muy grande cuyo centro eran varios campos de entrenamiento de fútbol.
El caso es que el niño, al ver las porterías del campo,
decidió que quería una para él solo. Pero no solo eso: quería que su madre moviera esa enorme portería unos cuantos metros, simplemente porque no le gustaba la ubicación en la que estaba y quería colocarla en un punto específico del campo.
La madre, con toda la paciencia del mundo,
intentó complacerlo. Nos acercamos a la portería, que era bastante grande y tenía ruedas, para moverla. Yo acompañaba y facilitaba el momento a esta madre, a pesar de que esa situación me estaba pareciendo surrealista. Justo cuando estábamos inclinándola para poder moverla, un entrenador se acercó y nos dijo que no podíamos moverla, ya que las porterías tenían que permanecer en su lugar para el entrenamiento.
El niño, al no conseguir lo que quería, se enfadó muchísimo. Empezó a decirle a su madre que se iba al coche, y ella intentaba calmarlo, explicándole que no era posible mover la portería e insistiéndole en que se uniera al juego de otros niños. Pero el niño seguía completamente frustrado. Y se fue de la pista de atletismo.
Su madre y yo fuimos detrás por miedo a que se fuera a la calle, y nos lo encontramos escondido detrás de un muro. Lo volvimos a meter para dentro y la madre le intentó calmar. No lo conseguimos y nos pusimos a andar por la pista, mientras mirábamos de reojo los movimientos del niño… Seguro que os habéis visto en una de éstas.

))
Mientras observaba la escena,
pensaba para mis adentros: "A mis hijos no les daría opción a una petición tan rocambolesca." Sinceramente, en mi caso habría sido un “no” rotundo desde el principio: “Te vas a una portería y compartes con ese niño que está jugando, y punto.” Esta madre os lo aseguro que lo hizo con la mejor intención posible. Es una madraza. Cada madre y padre hace lo mejor que puede. Pero creo que muchas veces,
en nuestro afán de mantener la calma o evitar un conflicto, nos complicamos la vida intentando hacer viables cosas que, en el fondo, no tienen sentido. Y en lugar de cortar a tiempo, dejamos abierta una ventana que los niños aprovechan para intentar
forzar su capricho.
Me dejó pensando en
lo importante que es poner límites claros desde el principio. No solo por nosotros, sino por ellos, que también necesitan aprender a tolerar la frustración y a aceptar que no todo se puede cambiar a su antojo.
Aquí en USA es algo que observo muchísimo. Los niños
están súper consentidos. Lo que quieren, se les da, y también tienen mucha libertad en la toma de decisiones, como si no dejarles elegir o marcarles límites fuera significado de recortar su libertad.
Esto mismo lo hablamos esta semana en la tutoría con la profesora de Max, y ella admitía que veía a los niños de la clase muy consentidos. Estuvimos hablando de
la importancia de los límites. Personalmente, creo que hacen mucho bien, aunque es desagradable marcarlos; consentir es mucho más sencillo a corto plazo, pero te sale más caro a largo plazo.
Vosotras, ¿cómo lo veis? ¿Os habéis visto en situaciones parecidas?
Gracias por estar aquí cada domingo. Me encanta poder compartir con vosotras estas pequeñas historias del día a día que, al final, nos ayudan a crecer como madres y como personas. Un beso!
PD: Después de escribir esto, me salió este perfil muy interesante en IG. Os dejo enlazado un
reel sobre la gestión de rabietas.