Estoy de acuerdo con que exponía demasiado a sus hijos y se ha lucrado con ello, pero por favor, si no conocéis lo que es verdaderamente la vida de una persona Down, mejor no opinéis. Decir que Marianita se veía que no se integraba en su grupo de amigos o que esos niños nunca tendrán amigos porque los amigos “reales” son niños “normales”… me parece de una soberana ignorancia. Bien es cierto que llegada a cierta edad los niños neurotipicos tratan de forma diferente a otros con discapacidad, pero las personas con discapacidad ¡tienen muchos amigos! En su entorno, con sus iguales, con quieres los ven como lo que son PERSONAS, y no raritos.
Hay que abrir más la mente, que luego todas nos damos golpes de pecho contra el acoso escolar y el apoyo a ciertas causas, pero a la hora de la verdad seguimos con la mentalidad de 1980…