Las campanas de boda resonaron hoy sobre Múnich mientras el príncipe Luis de Baviera y Sophie-Alexandra Evekink intercambiaron votos en la Iglesia Teatina en Odeonsplatz.
En un verdadero espíritu bávaro, la novia y el novio, así como sus invitados, fueron recibidos en su camino a la iglesia por una guardia de honor, formada por delegaciones de asociaciones de disfraces tradicionales bávaras, niños de flores de todos los distritos administrativos bávaros, fusileros de montaña bávaros y tiradores deportivos.
El novio llegó temprano en la mañana, vestido con un clásico corte, acompañado de su madre, la princesa Beatriz de Baviera. La novia apareció justo antes de la ceremonia de boda, acompañada de su padre, Dorus Evekink, quien la llevó hasta el altar. Ella se puso un vestido de novia por el diseñador libanés-estadounidense Reem Acra, y un velo creado por el diseñador ucraniano Wona Concept, decorado con elementos naturales y florales y bordado en el centro del borde inferior con un león, una hoja de arce y un tulipán, como símbolos de la pareja de bodas raíces - Baviera, Canadá y los Países Bajos. Y para coronarlo todo, el espectacular traje de la novia fue noblemente combinado con la Tiara Floral zafiro originalmente usada por la princesa Irmingard de Baviera, la abuela del novio, para su boda. Un toque especial de elegancia y gracia fue añadido por el delicado ramo de novia del lirio del valle.
La ceremonia de boda, a la que asistieron más de 700 invitados, fue oficiada por el arzobispo de Múnich, el cardenal Reinhard Marx. El marco musical fue proporcionado por la capilla vocal de la Iglesia Teatina con sus solistas, así como por el coro de estudiantes de la Iglesia Teatina y la orquesta de San Kajetan.
Consciente de las crisis globales a las que el mundo enfrenta, la pareja de bodas optó por un llamado de donaciones para iniciativas humanitarias en lugar de regalos de boda.
Después de haber salido de la iglesia bajo una ducha de pétalos de rosa, la pareja de bodas fue llevada de chófer en una limusina BMW 505 Pullman de los 50 a la recepción de bodas en el Palacio de Nymphenburg, organizada por Francisco, duque de Baviera, jefe de la casa de Wittelsbach y tío del novio. La noche culminó en un baile en el Palacio de Schlei ßheim.
