En lo de "ésto no es un juego" usó a Lebron James como ejemplo de que la competitividad profesional es buena. Nadie le dijo que para ser competitivo en la cancha hay que estar en plenísima forma, comer bien y entrenar. Él ha elegido ser el pichichi de congelar la basura y pedir Glovos y así le va, con el ciclo de sueño al revés, estrés, jornadas exhaustivas quemándose los ojos, engorde y un etc que acaba afectando a la salud mental también, que ya la tenía regular.
No ve el futuro a dos años vista, cuando tenga 33, haya acumulado un quintillón de polémicas, haya perdido reflejos, tenga los míticos problemas del túnel carpiano y tenga que echar su primer CV en años y eso sabiendo miles de empresarios de España cómo es bajo presión.
Podría contratar quien le cocinara, invertir dinero (porque lo tiene) y diversificar un poquito, podría emitir menos horas y hacer algo de deporte, que evolucionamos para trotar...