Fredy se puede ir a donde quiera y a dónde le da la gana, que es lo que ha hecho siempre y no va a dejar de hacerlo.
Y es Fredy y nadie más que Fredy quien dice que no ha ido a ver a su madre al hospital.
Que habla por teléfono con ella y suena bien. Pues listo y arreglado, sigo con mis cosas, que ya ira mi mujer a ver a mi madre, yo me voy a mis cosas.
A un viaje privado tan importante como indispensable que no puede ni posponer ni, por supuesto, cancelar por el mero hecho de que su madre octogenaria se ha caído y ha ingresado en el hospital.
Qué importancia tiene, si puede ir Mary a ver a la suegra?
Ninguna, en absoluto.
No se va a quedar Fredy sin su viaje privado, claro que no.
Viaje privado del que, curiosamente, aparecen tropecientas fotos oficiales.