Yo fui una seguidora de la Rosa de los Vientos cuando estaba el gran Cebri. Trabajaba de noche, y era increíble cómo me acompañaba. La forma en que narraba lo de Pasajes de la Historia, el buen humor, buen rollo.... Le escribí una vez y me mandaron un pin de un murcielaguito (los murcis), pero lo perdí... mira que lo sentí. Tengo una anécdota de el que refleja lo buena gente que era. Por aquella época me encantaba oir la radio también por la mañana mientras hacía la casa. Estaba el soberbio del Olmo. En el espacio en que llamaba la gente, había una señora que intentaba explicar un problema que tenía. Este ser, la cortó de muy malos modos y muy maleducadamente. Curiosamente, a las pocas noches, llamó al programa de nuestro Cebri. Vaya diferencia!. La escuchó con un cariño y una educación, interesándose por lo que le contaba, la dió ánimos, y la señora colgó al menos con mejor ánimo. Toda una lección de buen profesional y buena persona. Le recuerdo con muchísimo cariño....