Yo supongo que conforme nos vamos haciendo mayores, nos volvemos mas escrupulosos y limpios.
Yo recuerdo en mi adolescencia y juventud que me duchaba una vez al día a la hora que fuera, no necesariamente antes de ir al colegio ni antes de acostarme, sino cuando tenía un rato libre, podía ser a media tarde.
Las sábanas se cambiaban una vez a la semana, y las toallas igual.
Ahora me gusta ducharme justo antes de irme a la cama, y también me gusta cambiar las sábanas un par de veces por semana, el pijama también, y la funda de almohada cada dos días.
En verano es muy normal ducharme dos veces al día.
Supongo que son manías de adultos.