Supongo que se habrá reunido ya el comité de crisis en moncloa para denunciar este intolerable delito de homofobia.....









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He visto a animales más civilizados. A ver, ¿cuál es la justificación esta vez? "Pobrecitos, han pasado mucha hambre en sus países y tienen un trauma. Vosotros sois unos blancos privilegiados, jamás entenderíais el problema".Una de inmigrantes
La joven italiana se desvivía intentando entender a doce hombres alborotadores procedentes de algún lugar del norte de África que le increpaban a v...www.eldebate.com
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La joven italiana se desvivía intentando entender a doce hombres alborotadores procedentes de algún lugar del norte de África que le increpaban a voces. Los jóvenes golpeaban impacientes la barra, toqueteaban las bolsas de patatas y almendras del expositor, gritaban vocablos incomprensibles exigiendo con gestos amedrentadores sus cafés y algo de desayunar. La cafetera de aquel confín del sur de Cerdeña tiraba como la locomotora de un tren de vapor de los años 20 y tan sólo lograba hacer brotar un hilillo de café insignificante cada 10 minutos. Mi primera reacción fue dar media vuelta, allí no íbamos a lograr un café, pero nos fue imposible esquivar la espantada mirada de alarma y alivio que aquella muchacha nos lanzó al vernos entrar. Nos quedamos. Hubo un silencio, y entonces, sin previo aviso, la mínima compostura que asistía a los recién llegados se esfumó. Arramblaron con todo lo que se les antojó: se pasaron los croissants de la vitrina por el aire como pelotas de rugby; cogieron las patatillas; uno saltó sin apoyo ni esfuerzo alguno la barra, apartó a la muchacha de un empujón, y tragó leche del tetrabrik a lado de la cafetera muerto de risa mientras gesticulaba sobre la voluptuosidad de la muchacha jaleado por los demás; abrieron cajones, derramaron sobres de azúcar y se sirvieron coca-colas mientras dos de ellos vigilaban en la puerta manteniendo una conversación con alguien en su lengua mora desde teléfonos de primera generación.
Asistimos al saqueo y finalmente salieron con sus desayunos a la terracita, pero el asalto continuó: cogieron en volandas a una incauta niña con un sombrerito de tela de cuadros que cogía cangrejitos en la orilla, se hicieron fotos con ella para enviárselas a no se sabe quién al otro lado del Mediterráneo. La madre de la niña, impávida e impotente, mantenía una sonrisa petrificada como si aquello fuese divertido para no asustar a la niña que se revolvía en los brazos de uno de ellos para volver al suelo. Salimos. Ignacio se fue hacia ellos para que soltaran a la niña, advertí cómo la camarera cerraba el bar detrás de nosotros y corría la cortinilla mientras llamaba por el móvil. Gracias a Dios posaron en la arena a la niña, que corrió como alma que lleva el diablo a los brazos de su madre. No querían bronca, solo celebrar, «c´est la fête» le dijeron a Ignacio mientras se hacían fotos sentados en la gomona con el signo de la victoria juergueando su llegada al primer mundo (donde uno coge lo que quiere y nadie hay para defenderlo). Miré a nuestro alrededor, ni un solo hombre del primer mundo por la zona. Tuvimos miedo.
Leo que este año 2024 la invasión migratoria ilegal descontrolada en Italia ha bajado un 70 % gracias a la firmeza de su presidenta Meloni, un éxito tal que ha llevado a Europa a dar un giro de 180 grados en su política migratoria. Aquí se silencia que los países nórdicos hacen devoluciones en caliente, Francia y Alemania también se están sumando. En España, sin embargo, la entrada de ilegales cabalga más desatada que nunca pidiendo una distribución solidaria de inmigrantes ilegales por todo el territorio nacional garantizando su bienestar y derechos. ¿Qué derechos? ¿Y nuestra seguridad?
Los españoles que emigraban hace años a Inglaterra o Alemania buscaban trabajo, no subsidios. No saltaban vallas ni generaban diásporas impenetrables ni zonas «non-go»; no saqueaban impunes bares de costa, ni iban armados con cuchillos, no hacían frente cuando les detenía la policía; no se defendían a puñetazos y no hubo un aumento exponencial de los asaltos y las violaciones con su llegada al país de acogida… Saltar violentamente una frontera no es lo mismo que pedir un permiso. No es racismo. No es insolidaridad. No es ultraderecha. Es orden.
Xo vamos a ver, si ya hay orden x q no se les expulsa??? Q para meterlos rumbo a la peninsula no tardan tanto
Es que es su cultura, y hay que respetarla.He visto a animales más civilizados. A ver, ¿cuál es la justificación esta vez? "Pobrecitos, han pasado mucha hambre en sus países y tienen un trauma. Vosotros sois unos blancos privilegiados, jamás entenderíais el problema".
Es que es su cultura, y hay que respetarla.
Para lss que dicen que si viajas eres mas tolerante. Abusando de mujeres de deportistas del Mallorca.Un "acoso" que cuestiona todavía más la Supercopa: "Esa es la cara real de Arabia Saudí"
La 'Supercopa Saudí' vivió en la noche del jueves su momento más comprometido. Pactada por Luis Rubiales la celebración del torneo en suelo de Arabia Saudí hasta...www.elmundo.es