El 16 de octubre de 1995 desapareció José Manuel López Martín a la edad de 23 años en Málaga, donde se encontraba realizando los estudios de tercero de Informática. El día de los hechos, el llamó por teléfono a su familia por la noche y les comunicó llorando que no iría a dormir esa noche y que no podía decirles dónde estaba porque sólo le habían dejado cinco minutos para hablar. La familia aseguró que, aunque no tiene esperanzas de encontrarlo con vida, quiere saber qué le pasó y dónde está el cuerpo.
A raíz de conocer este caso desde el de María Teresa Fernández (Motril), abro hilo en si recuerdo y para juntar aquí toda la información que encontremos.
La Policía llegó a relacionar con este caso al británico Tony Alexander King, asesino de dos jóvenes en Málaga, pero no se pudo demostrar su participación en la desaparición
Sigue sin conocerse el paradero del estudiante José Manuel López Martín, desaparecido hace 19 años en la localidad malagueña de Cabopino
Octubre 14, 2014
La Policía llegó a relacionar con este caso al británico Tony Alexander King, asesino de dos jóvenes en Málaga, pero no se pudo demostrar su participación en la desaparición
José Manuel López Martín tenía 23 años de edad cuando desapareció en Cabopino (Málaga) el 16 de octubre de 1995. Estudiaba informática en la Universidad de Málaga y, aquel día, tras salir de clase, cogió el autobús para dirigirse a su domicilio, en Marbella. Testigos presenciales aseguran que el joven se apeó en la parada de Cabopino, entre ambas localidades, sollozando y muy nervioso.
Alrededor de las 21:00 horas de esa misma noche, Juana, la hermana de José Manuel, recibía una alarmante llamada telefónica de éste. Hablaba muy angustiado y, tras indicar que sólo disponía de cinco minutos, que no podía revelar dónde se encontraba y que esa noche no iría a dormir a casa, rompió a llorar abiertamente y pronunció una frase que se le quedó grabada a fuego a su hermana: “Me queda muy poco…”. Repentinamente, la comunicación se cortó y no se han vuelto a tener noticias suyas. Lo más interesante que descubrió la Policía fue que, el día de su desaparición, el joven había estado en una sauna marbellí, Sauna Eva, sita a 50 metros de la parada del autobús, aunque los dueños y el vigilante del local no pudieron aportar muchos detalles.
King y Graham: coches robados, saunas y crímenes
La investigación quedó estancada durante 9 años en los que no se produjo movimiento alguno en la cuenta bancaria del desaparecido. En 2004, Tony Alexander King, entonces encarcelado por el asesinato de las jóvenes Rocío Wanninkhof y Sonia Carabantes, enviaba desde prisión una carta a su primera esposa. La misiva, interceptada por la Policía, contenía una frase enigmática: “Sé lo que Robert Graham le hizo al hombre de Cabopino”. Graham era un antiguo amigo de King al quien se llegó a relacionar con los asesinatos cometidos por éste y que fue finalmente exonerado por la Justicia.
La nueva revelación llevó a la familia de José Manuel López a pedir la citación de King ante la juez que llevaba el caso de la desaparición. El británico declaró que Graham solía frecuentar los bingos y locales de Cabopino con identidades falsas y vehículos robados. Uno de esos locales era la Sauna Eva, donde fue visto López poco antes de su desaparición.
Sin embargo, King no reconoció al joven desaparecido en una fotografía que le mostró la juez, y respecto de la carta que envió a su mujer, explicó que se refería a otro hombre de Cabopino, de unos 30 años, que fue encontrado muerto de sobredosis de pastillas, tiempo atrás, en la bañera de su domicilio, un suceso esclarecido en su momento por la Policía.
Buscando pistas en los bares del puerto
Pero la declaración judicial aportó más datos. En otra fotografía que le mostraron, Tony Alexander King identificó a dos personas como los señores Vallejo y Cabrero. Dijo que trabajaban en la cafetería de la Universidad de Málaga, donde estudiaba José Manuel, y que además eran camareros de la Sauna Eva. Cuando se intentó localizar a uno de ellos, la Policía descubrió que había fallecido en Madrid tiempo atrás por causas desconocidas.
La posible relación de Tony King con la desaparición del estudiante quedaba descartada, pero las hermanas de José Manuel decidieron recorrer los bares del puerto de Cabopino y lograron relacionar al joven con ese entorno, ya que varios extranjeros que regentaban negocios en la zona le reconocieron en fotografías. La familia del estudiante sospecha que la Policía no investigó en esta zona, algo que, quizás, hubiese podido aportar algún indicio sobre lo que pasó.
José Manuel López Martín era hace trece años un chico de 23 de la localidad sevillana de Coripe que estudiaba informática en Málaga. Una noche desapareció tras llamar a su hermana Juana «para decirle que no iba a ir a dormir a su casa», cuenta su hermana Bienvenida. «Durante esa conversación, mi...
Otro caso que no conocía, supongo que en otros países de europa será igual, pero España es un pozo sin fondo de desapariciones misteriosas.
Cuando bajó del autobús llorando y nervioso, y entiendo que solo, no se por qué no fue a pedir ayuda, pero a saber en qué estaría metido para no hacerlo.
Pues es un caso inquietante del que no tenía ni idea. En un primer momento había pensado en desaparición voluntaria pero luego está lo de la sauna y tal y parece que estaba en líos raros. Pero , no sé, un estudiante de informática en qué líos raros podía estar?
Pues es un caso inquietante del que no tenía ni idea. En un primer momento había pensado en desaparición voluntaria pero luego está lo de la sauna y tal y parece que estaba en líos raros. Pero , no sé, un estudiante de informática en qué líos raros podía estar?
Antiguamente en los 70/80/90 los bares esos del puerto de las ciudades era donde iba todos los kinkis y chusmilla, el típico bar a lo Makinavaja. Ojo bar, no restaurante familiar de paellas y tal.
Si sumamos eso con la sauna esa donde estuvo parece que para ser estudiante de informática le iba lo marginal. Quizá tema de alcohol, drogas, juego, prost*tutas o de todo un poco
Antiguamente en los 70/80/90 los bares esos del puerto de las ciudades era donde iba todos los kinkis y chusmilla, el típico bar a lo Makinavaja. Ojo bar, no restaurante familiar de paellas y tal.
Si sumamos eso con la sauna esa donde estuvo parece que para ser estudiante de informática le iba lo marginal. Quizá tema de alcohol, drogas, juego, prost*tutas o de todo un poco
Es elucubrar, pero no sé... ¿Tendría algún tipo de deuda y había quedado para solventarla sabiendo que no podía pagar? A mi me mosquea la llamada, pienso que si intuía o estaba en peligro y no dijo nada fue por alguna amenaza, tal vez hizo la llamada delante de alguna persona que controlase que decía?