Por supuesto que está en su derecho, también lo está de inventárselo; no es delito.
La cuestión es que, en caso de ser verdad, ¿estamos retrocediendo en el tiempo para pensar de quién sería? ¿De un tío siniestro que presuntamente conoció estando internos ambos en un centro? Del padre se puede desmarcar, evidentemente, pero el contexto que llevó a Irene a esa situación no me parece como para plantearse estar criando a un ser humano unos meses después, ni por su bien ni por el del supuesto bebé en cuestión, por mucha ayuda que reciba (cuando hasta la fecha nadie parece haber sido capaz de ayudarla a ella misma en su espiral de mierda).
