Una celebración familiar
Junto a sus invitados, Ana Cristina y Santi se trasladaron a la finca Santiago para disfrutar del cóctel y del posterior almuerzo, servidos por el catering Alda&Terry, que también se ocupó del enlace de Claudia Osborne y José Entrecanales. En los jardines, con mesas y sillas, altas y bajas, cómodos sillones bajo la sombra de grandes árboles, en un ambiente relajado y muy distendido, los asistentes degustaron el aperitivo que incluía, entre otras especialidades, delicias de la tierra, y donde no faltó el oloroso de Jerez. Tampoco el champán Moët & Chandon en la celebración. A Ana Cristina le encanta, y champán era el sabor de la mermelada y, por tanto, el nombre de su mesa; por cierto, la 13, de nuevo el número, de las 39 que había entre redondas y rectangulares, adornadas con flores otoñales, pero muy coloridas y vibrantes, dalias, tulipanes, etc., naranjas, rojizas… acompañadas de frutas de temporada, granadas, higos, uvas… y colocadas con tal gusto y naturalidad que parecía que la propia Ana Cristina las había recogido del campo esa misma mañana.
Eugenia Osborne posa junto a la modelo Alejandra Domínguez Gila

Un detalle de los centros de mesa que adornaban el espacio, compuestos por flores otoñales en tonos naranjas y rojizos, con frutas de temporada, realizados por Florenea, así como el menú que pudieron degustar sus más de 400 invitados


Los novios, junto a la pintora Lulu Figueroa, con tela de su prima Ana Cristina y vestido de Moisés, y un original tocado en pedrería

Flavia Hohenlohe, acompañada de Blanca Domecq, con sendas pamelas

Un sonriente Bertín Osborne, a quien vemos departiendo durante el cóctel con Lucila Domecq, tía de la novia
Los novios deseaban que no hubiera prisas, que todo el mundo comiera tranquilo y pudiera tener una larga sobremesa, y escogieron un menú en tres tiempos con algunos de sus platos favoritos: gazpacho de guinda con fondo de mozzarella, piñones y aceite de albahaca; solomillo de ternera asado con patatas provenzal, verduras salteadas y cebollitas francesas, y de postre, tarta árabe y mil hojas de dulce de leche. Como detalle, los bombones Lindt de chocolate, de los que Ana Cristina es una fan incondicional y, por lo tanto, no podían faltar.
La diseñadora abrió el baile junto a su marido al son del vals de la película My Fair Lady, y después protagonizó un momento entrañable con su padre, también en la pista