Contesto así y me corto de contestarte peor porque estoy hasta el ñoco de dar espacio y buenas respuestas a aquella gentuza que pretende recortar mis derechos disfrazándolo bajo un discurso bonito y educado. Que no. Que ni un sólo metro de mi espacio te doy donde te creas que puedes "retocar" o "perfeccionar" o *arreglar" mis derechos.Que no contesto con educación a ninguna persona tratando de meterse en mi libertad de elección ya sea sobre el aborto o sobre lo que sea. Ya está bien.
Venga va, que discrepar contigo es, según tú, intentar recortar tus derechos. No estoy aquí para imponer nada; estoy en un foro dando mi opinión y, desde luego, pensar distinto no me convierte en “gentuza”, ni justifica que me faltes al respeto.
Por lo que dices, entiendo que para ti el aborto no plantea ningún dilema moral. Es como quitarse un apéndice: algo que molesta y se quita, sin más. Pues oye, bien por ti. Pero, por suerte o por desgracia, no todo el mundo lo ve así. Y no me refiero solo a quienes nunca han abortado y lo ven con horror por motivos religiosos o ideológicos, sino también a muchas mujeres que, habiendo pasado por ello, no lo viven como algo tan simple.
Me da la sensación de que te crees que soy una “amo a Laura”, con un rosario en la mano, metida en un grupo parroquial haciendo puestas en común sobre la Virgen de Fátima, escandalizándome por las decisiones de los demás. Y nada más lejos. No hablo desde dogmas ni desde el juicio. Tampoco desde la ignorancia. Conozco casos reales de mujeres que, después de abortar, se han sentido fatal. Y no porque voten a VOX ni porque vayan a misa los domingos, sino porque, cuando hay un embarazo, hay algo más que un cuerpo. Y cuando te hacen un legrado, lo que ves salir no es una “idea abstracta”: es algo —llámalo embrión, vida, lo que quieras— con su propio ADN y un corazón latiendo. Que, aunque dependa de ti, no eres tú. Y eso, al menos, merece una reflexión.
Y te recuerdo que, aunque estemos en un foro, el respeto no se pierde. Si no estás dispuesta a dialogar con quien no piensa como tú, lo entiendo. Pero entonces, quizás no deberías de hablar de tolerancia.