Mariló Montero, una incomprendida
29.03.2014
Quienes juzgan negativamente a la presentadora de 'La mañana' en TVE no han comprendido su esencia. Ella es provocadora y finge ineptitud o ignorancia a todas horas. La ex de Carlos Herrera es un ejemplo de inteligencia rebosante.
Es una incomprendida. El mayor error de
Mariló Montero no es ninguna de sus múltiples pifias en directo. Su gran equivocación consiste en no haber ofrecido su verdadera cara a los espectadores de
La mañana de Televisión Española. Cualquier observador agudo acaba por darse cuenta, aunque hacen falta tiempo y paciencia, de que la presentadora navarra interpreta un papel. Es una provocadora de tomo y lomo que solo busca llamar la atención porque disfruta cuanto más la despellejan en artículos como este. Finge ineptitud e ignorancia de forma permanente para engordar la leyenda de su personaje, ya superior, como las mejores leyendas, a la realidad que se esconde tras tanto lugar común y tanto tópico.
Mariló domina el método Stanislavski mejor que cualquier actriz que haya triunfado en Hollywood. Así, siempre está actuando, guareciendo su verdadero yo y metiéndose en la carne de su personaje ficticio para engañarnos. De hecho, la expareja de
Carlos Herrera ha demostrado un talento descomunal para hacerse la tonta. Y también para simular un carácter insoportable que abrumaría y mataría por segunda vez al temible
Luca Brasi. La realidad, tozuda pero escurridiza, es radicalmente opuesta a lo que cree la mayoría. Así, es fácil imaginar a una Mariló rebosante de inteligencia, familiar y dulce que se sienta en su sofá los domingos y se desternilla al leer (en los huecos que le dejan libre
Melville, Tolstoi y Cervantes, sus autores predilectos con toda seguridad) el sinfín de barbaridades, por supuesto injustificadísimas, que se han escrito, se escriben y se escribirán sobre ella.
Algunos pensábamos que entender a esta bella dama era más difícil que una llamada a Atención al Cliente de Movistar
Como en las guerras, todos somos un poco culpables. Un servidor también es responsable de haber errado en la interpretación sobre Mariló y no haber descubierto antes su esencia. Pensaba, estúpido de mí, que entender a esta bella dama era más difícil que una llamada a Atención al Cliente de Movistar.
¡Qué horror siento por haber llegado a pensar así de esta mujer llena de virtudes! Aunque los críticos de televisión más reputados la hayan considerado
la peor presentadora de la televisión, muchos vamos viendo la luz, poco a poco, como ocurre en todos los grandes descubrimientos, y entendiendo la verdad no revelada para el gran público sobre esta profesional irrepetible.