Sabes qué creo, que el asunto es más simple aún. Siendo pragmáticos, pienso como las argentinas que promovieron la causa de legalizar el aborto hace poco. Resulta que a estas alturas, la cuestión ya ni siquiera es ABORTO SÍ/ABORTO NO. Porque el aborto, guste o no guste, es un hecho. Y las mujeres, aún con todas las amenazas y restricciones legales (y por ende sanitarias), por muchísimas causas, condiciones y circunstancias, se ven en la situación de abortar. Y lo hacen, abortan. La cuestión, llegados a este punto es: ABORTO LEGAL (y por ende en condiciones sanitarias óptimas, que procuren la protección de la vida CONSOLIDADA de la mujer) VS ABORTO PENALIZADO (que conlleva a prácticas clandestinas, insalubres y potencialmente peligrosas para la vida de la mujer). Yo, sabiendo que un alto porcentaje de mujeres, la mayoría mujeres pobres, se decide por interrumpir el embarazo, incluso cuando éste represente una seria amenaza a su vida, por las condiciones paupérrimas en que el sistema judicial las orilla a practicárselo, no voy a ser quien me empeñe en que mueran de mengua, con tal de defender la vida de esas "pequeñas personitas" (que al morir la mujer, igual no van a nacer). Mayor contradicción (y egoísmo) de los autodenominados provida, no hay. O sea: ¿que si la mujer se decide por no llevar a término su embarazo, pues que se muera el feto y que de paso se muera ella también?