Un niño, estando en clases de natación, o en cualquier otra circunstancia, puede arrancar a llorar porque algo lo incomoda; porque quiere algo que no le dan; porque está frente a una situación nueva que le da miedo (como debe haber sido este caso). Así que un guardaespaldas con ojo avizor, debería haber estado más pendiente de lo que está ocurriendo y no reaccionar exageradamente recurriendo a un arma porque el niño lloró.
Si ese guardaespalda los hubiese cuidado en casa, no imagino la de veces que apuntaría a las niñeras, cuando el niño lloró por hambre, por un pañal que necesita cambiarse, por un dolor de estómago, etc.
Desde mi punto de vista es totalmente injustificado que haya recurrido al arma y si Charlene pudo evaluar que el niño no corría peligro, el guardaespaldas también debió estar en capacidad de hacerlo.
Entonces este guardaespaldas habría sacado un arma a las personas disfrazadas que estaban en un evento de Mónaco y que causaron que Gabriella llorara cuando los vió.
Espero que este guardaespaldas haya sido enviado a un entrenamiento que le haga evaluar mejor sus reacciones.
Que cosas más raras 
