MUCHOS MUERTOS en el incendio de una RESIDENCIA DE ANCIANOS en Villafranca de Ebro (Zaragoza)

La residencia opera desde 2008 y está especializada en demencias y salud mental, según explica su página web.
 

La Asociación aragonesa para la Dependencia apunta a un cigarro como causa del incendio de la residencia​


Residentes y trabajadores serán trasladados a un centro residencial de Huesca​

Pablo Ojer
Pablo Ojer
Madrid
15/11/2024 Actualizada 12:25
Residencia de Villafranca de Ebro en la que ha ocurrido el incendio.EUROPA PRESS15/11/2024

Residencia de Villafranca de Ebro en la que ha ocurrido el incendio. EUROPA PRESS 15/11/2024EUROPA PRESS
Tragedia en Villafranca de Ebro
La presidenta de la Asociación Aragonesa para la Dependencia, Arade, Paquita Morata,ha apuntado que la causa probable del incendio haya sido que alguien estuviera fumando en la habitación en la que se ha originado el incendio que este viernes ha causado diez muertos en la residencia de Villafranca de Ebro (Zaragoza).
«Es un centro que os puedo asegurar en el que trabajan muy correctamente, pero hay veces que las desgracias no se pueden evitar», ha comenzado Morata, que ha trasladado sus condolencias a los familiares y amigos de los fallecidos.
Aunque también ha explicado que la rápida reacción de los trabajadores del centro ha evitado que hubiera más fallecidos, por lo que les ha dado las gracias.

Posteriormente se ha sabido que también algunos vecinos de esta localidad aragonesa, de unos 800 habitantes, también ha acudido a socorrer a los usuarios. Así como que una puerta antiincendios de la residencia ha sido fundamental para que el humo no se extendiera por la totalidad del centro.

«Momentos muy duros»​

«Son momentos muy duros para la gente del centro porque quieren a los usuarios como su propia familia», ha asegurado la presidenta de Arade. El centro, ha explicado, es un psicogeriátrico que acoge a gente con problemas de salud mental, «que viven aquí como en su propia casa, con mucha relación con el pueblo de Villafranca de Ebro, así que os podéis imaginar que ha sido algo pues muy duro para todo el mundo», ha lamentado.


Paquita Morata, que ha comparecido acompañada de la directora de la residencia,Carmen Torrijo, también ha detallado que los residentes supervivientes van a ser trasladados al centro residencial de Vitalia en Huesca: «Es un centro totalmente nuevo de Vitalia que está todavía por abrir en Huesca, donde ellos van a poder estar tranquilos y bien adaptados porque se va a trasladar todo el personal de la residencia para que sigan siendo atendidos por las personas que habitualmente están con ellos».

Un traslado para el que ha explicado que también será necesario acarrear la ropa,medicamentos y enseres de los residentes. «Lo que tenemos es, sobre todo, mucho apoyo psicológico para ellos, para que superen esto lo antes posible», ha deseado.
 

Una mujer fumando con oxígeno, principal hipótesis del incendio de la residencia de Villafranca de Ebro​

De las diez personas fallecidas, solo dos han sufrido quemaduras, los ocupantes de la habitación donde se ha iniciado el fuego.


Equipo de incendios de la Guardia Civil, en la residencia Jardines de Villafranca de Ebro
Equipo de incendios de la Guardia Civil, en la residencia Jardines de Villafranca de EbroGuillermo Mestre

Habrá que esperar para conocer las causas oficiales del incendio declarado en la madrugada de este viernes en la residencia psicogeriátrica de Villafranca de Ebro (Zaragoza), pero la principal hipótesis con la que se trabaja es que una residente podría estar fumando en una habitación mientras estaba recibiendo oxígeno. Parece que ello habría acelerado las llamas, que se han extendido enseguida por toda la estancia.
Según fuentes consultadas por HERALDO, solo dos de los diez fallecidos en el incendio han sufrido quemaduras. Se trataría por tanto de los dos ocupantes de la mencionada habitación, de la que no ha salido el fuego porque la puerta estaba cerrada. Como ha señalado el propio jefe de Bomberos de Zaragoza, Eduardo Sánchez, solo ha salido el humo, que se ha propagado rápidamente por toda el ala izquierda del edificio, donde había 69 residentes durmiendo.

El Equipo de Incendios del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil, con sede en Logroño, se ha desplazado a Villafranca de Ebro para investigar lo sucedido. De hecho, desde media mañana, sus especialistas están trabajando en el lugar de los hechos, donde ya no queda ningún residente, puesto que los dos heridos graves han sido evacuados al hospital Royo Villanova de Zaragoza, y el resto han sido realojados en una residencia de Vitalia en Huesca.


Foto de la residencia Jardines de Villafranca, en Villafranca de Ebro, que ha sufrido un incendio


Fotos del incendio en la residencia Jardines de Villafranca, en Villafranca de Ebro
Serán las conclusiones del informe de estos especialistas las que aclaren cómo se inició el fuego. Pero la propia gerente de la Asociación Aragonesa de Dependencia, Paquita Morata, adelantaba que parecía que "alguien estaba fumando en una habitación". Muy afectada por la muerte de tantas personas, la directora de la residencia, María del Carmen Torrijo, dejaba claro que estaba completamente prohibido fumar en el centro.
Según fuentes del equipo de rescate, así como la puerta de la habitación donde se ha declarado el incendio estaba cerrada y ha impedido que salieran las llamas, algunas de las puertas de los dormitorios de los fallecidos estaban abiertas, lo que ha facilitado que entrara el humo. Posiblemente, habría sido al dar la voz de alarma y avisar a los residentes cuando se habrían abierto estas puertas.
 

Dos trabajadoras, las salvadoras anónimas de una noche negra en Villafranca de Ebro​

Desde la residencia apuntan que reunían las condiciones de seguridad y estaba prohibido fumar
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photo_camera Exterior de la residencia de Villafranca de Ebro
Marcos García y Sofía Villanueva
15/nov/24 - 16:55
La reconstrucción del incendio en la residencia de mayores de Villafranca de Ebro, que ha tenido lugar este viernes de madrugada, apunta a dos trabajadoras como responsables de que la tragedia no haya ido a más. Diez usuarios del centro han muerto y dos permanecen hospitalizados en el Royo Villanova de Zaragoza, uno de ellos, de 65 años, en UCI con pronóstico grave, aunque las cifras se podrían haber disparado de no ser por su rápida actuación. El otro, de evolución más favorable, ha pasado a planta. Había 69 personas en el edificio cuando ha arrancado el fuego. Queda toda una investigación por delante, pero la primera coincidencia entre los servicios de emergencias, trabajadores y representantes públicos pasa por esta intervención decisiva.

A las puertas de Jardines de Villafranca, un lugar que en cuestión de minutos ha pasado del anonimato a llenar informativos y páginas de sucesos, la gerente de la Asociación Aragonesa para la Dependencia (Arade), Paquita Morata, ha detallado que el fuego no ha salido de la habitación donde se había originado. No así el humo, que se ha extendido por parte del interior mientras los usuarios dormían. Todo habría partido de un cigarro en contacto con una máquina de oxígeno, pese a que está prohibido fumar. “Estaban las personas que tenían que estar”, ha continuado Morata, quien ha agradecido a las trabajadoras porque “gracias a ellas no ha habido más fallecidos”. De ellas, la gerente ha manifestado que están muy afectadas porque “quieren a los usuarios como a su propia familia”. Minutos después del incendio, según han confirmado algunos familiares, se han sumado más empleados que residen cerca de la localidad ribereña.

También lo ha hecho, junto a su marido, la alcaldesa Volga Ramírez. Se plantó ahí antes incluso que los bomberos y no abandonó la zona acordonada en toda la mañana, en un ir y venir constante de información junto a los efectivos desplegados. Físico, de un lado para otro en los pocos metros que separaban la zona acordonada del pueblo, pero también a través de mensajes y llamadas telefónicas.

Ambos accedieron, según sus palabras, cuando todavía “no se podía respirar”. Asimismo, los mecanismos de seguridad de las puertas habrían impedido que se propagase el fuego. Apagado el foco, los ahí presentes han llevado a los que se encontraban ilesos a una de las zonas comunes, donde han permanecido hasta su traslado a la residencia Vitalia de Huesca. Antes de que se produjese, el presidente Jorge Azcón también se ha referido a las dos protagonistas anónimas que han dado el primer paso en una noche negra. “Se han preocupado de sacar a los residentes y levantar a los que estaban dormidos. Personas mayores y también con problemas de salud mental. Han hecho un trabajo extraordinario”, ha declarado.

Llegada de uno de los vehículos para el traslado
Llegada de uno de los vehículos para el traslado

Así lo consideran sus propios familiares, que no dudan al afirmar que “las trabajadoras se han jugado la vida”, tal y como han asegurado Paloma y Alfonso, un matrimonio parientes de un usuario que ha sobrevivido al incendio. “Los residentes nos han dicho que gracias a las personas que había allí, han podido salvar la vida al resto”.

Tras una tragedia de este calibre con pérdidas de vidas y sustos por lo acontecido, los psicólogos son algunos de los profesionales esenciales para calmar a las familias y mostrarles apoyo. Este es el caso de María Ballestín, quien además es vecina del pueblo y de manera altruista y voluntaria se ha personado en la residencia en cuanto se ha enterado de la catástrofe para poder atender a todo el que lo necesitara. “Están en estado shock, con mucho estrés y mucha ansiedad por lo ocurrido”, ha relatado sobre el estado de los afectados y sus familiares.

Volga Ramírez, alcaldesa de Villafranca de Ebro
Volga Ramírez, alcaldesa de Villafranca de Ebro

Ella se ha unido así a los tres especialistas presentes en el punto físico de atención en el Ayuntamiento de Villafranca de Ebro asistiendo a los familiares y a las dos procedentes del Colegio Profesional de Psicología de Aragón. “Mientras se necesite la ayuda, yo estoy dispuesta”, ha señalado, muy afectada.

El precedente de Cuarte de Huerva, en 2015, ha llevado a preguntar si todo en el centro estaba en regla. Sus responsables reiteran que sí. Tanto los protocolos internos, han dicho Paquita Morata y la directora, Carmen Torrijos, como de cara a “las continuas inspecciones del Gobierno de Aragón” y los simulacros. Dicen tener además el respaldo de la Consejería de Bienestar Social y Familia. Su responsable, Carmen Susín, es uno de los cargos que se ha desplazado hasta Villafranca, donde hacia el mediodía estaba prácticamente toda la primera línea de la DGA.

INVESTIGACIÓN EN MARCHA​

La ausencia de irregularidades es una de las primeras diferencias que buscan resaltar con la anterior tragedia. La residencia Santa Fe operaba sin licencia desde varios años antes y tampoco tenía permiso de obras del Ayuntamiento de Zaragoza cuando se construyó en 1998. El proceso judicial posterior reveló que el incendio fue provocado por una de las residentes, Carmen Alejandre Soriano, de 62 años, condenada a 61 (casi tantos como tenía entonces), diez meses y quince días. Cargaba a sus espaldas nueve delitos de homicidio, los mismos de lesiones y otro de incendio.

Los nueve fallecidos no presentaban signos de quemaduras y las autopsias determinaron que su muerte fue por el monóxido de carbono. Mismo marco con el que parte el caso de Villafranca, donde con el paso de las horas sigue en juego la vida del último residente herido. El balance ofrecido por Sanidad del Gobierno de Aragón sitúa en 32 las personas atendidas en la mañana posterior al suceso. Uno de ellos, un agente de la Guardia Civil que ha inhalado humo, si bien la situación no ha ido a mayores. En los primeros momentos del despliegue han participado sanitarios de los centros de salud de Alfajarín y Fuentes de Ebro.
 
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