China responde a Trump con aranceles del 125% y Von der Leyen avisa: la UE se reserva el golpe
La guerra comercial desatada por Donald Trump contra China y Europa ha sumado un nuevo y preocupante episodio. Pekín ha anunciado que a partir del 12 de abril elevará al 125% los aranceles a determinados productos estadounidenses, una respuesta directa a la última ronda de gravámenes impuesta por la Administración norteamericana a las exportaciones del país asiático. Desde Bruselas, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, también ha elevado el tono y ha dejado claro que si fracasa la negociación abierta con Washington, la UE actuará contra los gigantes digitales norteamericanos.
Las tensiones comerciales, que ya han provocado retrocesos generalizados en los principales índices bursátiles globales, no dan tregua. En esta ocasión, el epicentro del conflicto se traslada nuevamente a Asia, donde el
Ministerio de Finanzas de China ha calificado la decisión de Estados Unidos como una
“violación grave” de las normas internacionales y una “práctica unilateral de intimidación”. La respuesta del gigante asiático no se ha hecho esperar: un incremento de aranceles del 84% al 125% sobre un grupo significativo de mercancías estadounidenses, en una maniobra que
busca cortar las alas a las exportaciones de Washington.
"No existe mercado para sus productos"
La reacción china va más allá de una medida defensiva. Según el
comunicado oficial del Ejecutivo de Xi Jinping, las tasas impuestas por Estados Unidos han elevado tanto el coste de los productos estadounidenses que “no existe aceptación en el mercado” para estas mercancías dentro del país. En otras palabras, el comercio bilateral se ha vuelto inviable bajo las condiciones actuales.
“Si Estados Unidos continúa con la escalada arancelaria, China no responderá”, advierten desde Pekín, dando a entender que el nivel de presión ha alcanzado su techo. Esta última frase, lejos de ser conciliadora, apunta a una posición de firmeza en la que
se da por rota cualquier lógica comercial con Washington si no se desanda el camino emprendido por Trump.
Von der Leyen eleva el tono: "No hay ganadores"
Von der Leyen ha dejado entrever que entre las represalias que baraja Bruselas figura un nuevo impuesto sobre los ingresos publicitarios que generan las plataformas digitales estadounidenses en Europa. Un tiro directo a las conocidas como GAFAM (Google, Apple, Facebook, Amazon y Microsoft) que, de materializarse, abriría un nuevo frente de conflicto en el ámbito tecnológico y fiscal.
La presidenta comunitaria ha sido clara: “No hay ganadores en esto, sólo vencidos”. Y ha reconocido que esta escalada representa un “punto de inflexión” sin retorno para las relaciones transatlánticas. El coste económico de la incertidumbre, ha advertido, “será muy duro”.
Francia presiona para gravar ya a las tecnológicas
El movimiento en Bruselas cuenta con apoyos claros. Francia ha sido una de las voces más beligerantes en las últimas semanas, proponiendo abiertamente imponer tasas a los servicios digitales si Estados Unidos mantiene su línea. La portavoz del Elíseo,
Sophie Primas, apuntó incluso
que las medidas podrían presentarse a final de mes, aunque Bruselas ha decidido congelarlas temporalmente para dar margen a la negociación.
En concreto, la Comisión Europea ha suspendido de forma provisional la primera ronda de aranceles europeos, que preveía aplicar un recargo del 25% sobre 21.000 millones de euros en importaciones estadounidenses a partir del 15 de abril. También
ha aplazado la presentación de su propuesta para la segunda oleada de represalias, en respuesta a los aranceles al automóvil europeo que Trump ha rebajado temporalmente del 20% al 10%.
Un tablero geopolítico cada vez más volátil
El endurecimiento de la postura de Pekín y la firmeza mostrada por Bruselas no hacen sino confirmar que el comercio global se adentra en una fase de máxima tensión, con consecuencias directas para las cadenas de suministro, el coste de las materias primas y la estabilidad financiera. El mercado energético, los productos industriales y la tecnología figuran entre los sectores más amenazados por la prolongación de este conflicto.
A la espera de saber si Washington cede y vuelve a una mesa de diálogo real, Europa mantiene congeladas sus medidas, pero ya tiene listo un arsenal de respuesta. El instrumento anticoerción aprobado por la UE prevé actuaciones inmediatas frente a prácticas económicas que buscan desestabilizar el mercado interior.
Con el calendario en marcha y la presión internacional en aumento, la incógnita sigue siendo si la Administración Trump está dispuesta a recular o si la guerra comercial vivirá un nuevo capítulo en cuestión de semanas.
Puntos clave
- China subirá al 125% los aranceles a productos de Estados Unidos a partir del 12 de abril, como respuesta a las últimas medidas adoptadas por la Casa Blanca.
- Pekín acusa a Washington de “intimidación” y afirma que no responderá a nuevas subidas porque el mercado ya no admite productos norteamericanos.
- Ursula von der Leyen advierte que la UE activará contramedidas si fracasa la negociación con Estados Unidos, entre ellas una posible tasa digital a las GAFAM.
- Bruselas ha congelado de forma temporal la activación de aranceles europeos por valor de 21.000 millones de euros para dar espacio al diálogo.
- Francia y otros socios comunitarios presionan para aplicar sanciones si no hay avances antes de fin de mes.