Está claro que tú puedes poner el precio que quieras, faltaría más, y ahí entra en juego la demanda que haya. Lo que quiero decir es que desde el momento que vendes algo de segunda mano yo no considero que estés regalando nada, a no ser que lo des gratis, por mucho que bajes el precio. Lógicamente a todos nos gustaría venderlo por el precio más alto posible, y personalmente yo nunca he comprado nada, pero de querer comprarlo partiría de la idea de que tendría que suponer una buena rebaja frente al precio del producto en tienda, porque de lo contrario lo compraría nuevo.
Personalmente a mí cuando me hacen una oferta que no creo que me compense simplemente contesto que no, que por ese precio lo siento, pero no se lo vendo y me olvido del tema, tampoco le doy muchas vueltas.