Glosario de Españistán
Españistán: Monarquía bananera eurotercermundista. Estercolero con bandera. Paraíso de criminales y delincuentes. Infierno de honestos y laboriosos. Ocupa el solar yermo de un país del que ya nadie recuerda ni el nombre.
Forma jurídica: Estado de desecho.
Pueblo soberano: Forma de adular a la chusma, para satisfacer su ego, evitar que se entere de su situación de esclavitud, y que no luche contra los que la tiranizan y esquilman.
Capital: Para fingir la dispersión del poder, Españitán tiene tres capitales. La folcklórica en Madrid, a cargo de un tal perro Sánchez, la administrativa en Rabat, a cargo de un tal Mohamed VI, y la política en Davos, a cargo de un tal Klaus Schwab.
Constitución: Adminículo de celulosa. Se administra en rollo para satisfacer las necesidades higiénicas de políticos y magistardos de Españistán.
Magistardo: Bastardo togado que sirve a tirano. Simula ejercer un poder de contrapeso al ejecutivo y al legislativo.
Cúpula judicial: La forman el Tribunal Inconstitucional, el Tribunal Ínfimo y la Audiencia Criminal. Es la parte del decorado que aparenta aplicar la ley e impartir justicia.
Tribunal Inconstitucional: Garantiza al tirano que sus sistemáticas violaciones del ordenamiento jurídico se perpetúen sin discusión.
Tribunal ínfimo: Finge juzgar al tirano y a sus cómplices de más alto nivel. Para calmar al populacho es importante que de vez en cuando dicte sentencias condenatorias, pero que no se cumplan.
Audiencia Criminal: Órgano encargado de reprimir a los siervos rebeldes con rigor draconiano.
Parlamento: Escenario teatral donde un puñado de bufones fingen ejercer el poder legislativo, discutiendo entre ellos y redactando normas que ni ellos cumplen. Importante estratagema para anestesiar a la chusma, haciéndole pensar que cambia algo el hecho de que sean unos u otros los que ocupan lo alto del escenario.
Mass Mierda: Lo que se suele considerar el cuarto poder. En Españistán es una pandilla de sinvergüenzas a sueldo, cuya función es anestesiar a la vil canalla mediante mentiras. Para ello amplifican las que les cuentan los demás pseudopoderes, creando una sensación estupefaciente de división y discrepancia, para que el populacho no vea a sus verdaderos enemigos.
Sistema educativo: Servicio de analfabetización, adoctrinamiento y castración moral de las nuevas generaciones, que las incapacita para luchar contra la tiranía.
Hacienda pública: Dado que depredar a la población es el objetivo, ésta es la piedra angular del sistema. Todo lo demás son adornos y camuflaje. Al contrario que Robin Hood, saquea a las clases populares para entregárselo crudo al tirano y sus cómplices.
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad: Unidades de mercenarios destinados a proteger al tirano y su camarilla y reprimir a la chusma indócil. Lo mejor de este elemento indispensable es que lo engrosan y pagan los propios tiranizados. Basta convencerlos con burdos argumentos (inasumibles por un párvulo bien aplicado), de que trabajan para el pueblo. El sueldo hace el resto. Es conveniente –que no indispensable- que ocasionalmente hagan algo que parezca útil. De vez en cuando son sacrificados a conveniencia del tirano, para satisfacer la ansiedad de la chusma.
Sistema sanitario: El que mantiene a la vil canalla en estado de enfermedad crónica, al tiempo que nutre las arcas del sistema con el coste de sus tratamientos. La curación es un efecto indeseable, porque “un paciente curado, es un cliente perdido”. Es importante adoctrinar a sus principales protagonistas, los médicos. Para ello las facultades les enseñan, exclusivamente, lo que a los fines del sistema conviene (nada de plantas ni alimentación). Una lubricación económica a cargo de las farmafias hace el resto. Hablamos de alrededor de 15.000 €/año por médico. Más que el salario de muchos españoles.
Siervo: Individuo nacido en Españistán de padres españistaníes. Para engañarlo, en numerosos documentos se lo menciona falazmente como “ciudadano”. Carece de derechos, salvo el de obedecer ciegamente al tirano.
Jovenlandés: Ciudadano nacido en tierras extrañas o de vientres extraños, que en Españistán goza de todos los derechos y carece de obligaciones. Su apetito y capricho es ley indiscutible, objeto de pronta satisfacción a costa de los siervos.
Elecciones: Guiñol que se interpreta cada 4 años, para evitar que la chusma se tire a la calle a cortar las cabezas de los que la oprimen. Los resultados no dependen de los papelitos que se depositan ingenuamente en las urnas, sino de los ordenadores de la empresa contratada por el gobierno para “cocer” el resultado deseado, que ningún mal llamado “partido” discute, aunque lo perjudique, prueba de que están todos en el complot.
Como el lector ha podido comprobar, cualquier parecido entre Españistán y el lugar donde vive es mera coincidencia. Por favor, no sea retorcido y no lo busque.
Españistán: Monarquía bananera eurotercermundista. Estercolero con bandera. Paraíso de criminales y delincuentes. Infierno de honestos y laboriosos. Ocupa el
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