La última vez que salieron en la furgoneta, explicado por ella misma, le dio un supesto ataque de ansiedad y Javi tuvo que abrazarla y llevarla a casa. Menudo espectáculo daría la tontaka. Que bochorno. Bueno no porque estaban en un descampado y no los vería nadie.
Desde ese día no salieron más, seguro que todo fueron pegas y problemas por parte de ella y al final consiguió lo que quería, venderla y tener más dinero para alargar más el no trabajar.
A lo tonto todo le sale bien, la verdad es que vive sin dar palo al agua y ha conseguido que los demás trabajen para ella.
Madre mía anda que no habrán pedido veces una paga para cada uno.