Desde que leí una entrevista al periodista Juan Antonio Alcalá en El Mundo siempre he pensado que se refería a él.
"Llevo años observando que hay una estrella mundial del fútbol que, a su manera, paso a paso, lentamente, con sus dudas, con sus miedos, intenta saltar ese muro que yo superé"
Lo más revelador al respecto se resume en un párrafo de la carta de Juan Antonio Alcalá. Este: "En el mundo del fútbol, que ya no ocupa el centro de mi vida, casi todo sigue igual. Llevo años observando que hay una estrella mundial del fútbol que, a su manera, paso a paso, lentamente, con sus dudas, con sus miedos, intenta saltar ese muro que yo superé.
Y en colaboración con la revista norteamericana OUT Magazine he intentado un acercamiento a ese chaval, convencido como estoy de que en el año 2016 se dan ya las circunstancias para que la salida del armario de un futbolista de élite sea recibida con absoluta normalidad por la sociedad y por las empresas del marketing global".
Y la demoledora conclusión sobre lo que sigue sucediendo viene a continuación: "Ante mi amable insistencia, el último email remitido desde su club no pudo destrozarme más:
' Deja ya de insistir, Alcalá. No es posible lo que pides. En este club no hay maricones' (sic). Guardo el email, fechado el lunes 25 de abril, por si pudiera interesarle a algún juez experto en delitos de odio".
http://www.vozpopuli.com/deportes/Juan_Antonio_Alcala-COPE-Homosexualidad_0_929307078.html
Con esta última y futura paternidad me resulta más convincente esta hipótesis.
La historia del nacimiento de su hijo mayor me resultó rocambolesca y siempre me ha extrañado que la prensa sensacionalista no haya dado con esa madre que supuestamente aceptó una suma millonaria por no renunciar a su hijo y no volver a tener relación con él.
Demasiado folletinesco todo.
El tema de la maternidad subrogada siempre me ha despertado sentimientos encontrados. He conocido a dos parejas (una se fue a Canadá y otra a Estados Unidos) que se han dejado un riñón en este proceso y una de ellas ha tenido que hipotecar su casa. Una de esas parejas llevaba más de diez años embarcada en un interminable proceso de adopción y la otra había tenido a dos niños en acogida que final y felizmente pudieron volver con su madre (sabían que era algo temporal pero la separación no fue menos dolorosa).
De entre mis familiares en Estados Unidos, una de mis primas ha gestado el hijo de su hermana que había congelado sus óvulos cuando le diagnosticaron un cáncer. Todo el proceso se llevó a cabo con asesoramiento legal, médico y psicológico, sin mediar intercambio económico. La madre gestante tiene un régimen de visitas con su sobrino y todo el proceso ha servido para unir aún más a dos hermanas que se adoraban pero, aún así, no han dejado de reconocer que han tenido dudas y se han sentido confusas en muchas ocasiones. Mi prima, la que ha sido madre gestante, me explicaba que ella se lo planteaba, salvando muchas distancias, como si en otra situación hubiera podido donarle un riñón a su hermana.
Desde fuera, no sé si hubiera sido capaz de pasar por todo eso, aún cuando tengo una hermana a la que quiero de todo corazón y a la que estoy muy unida.
Mi primera hija nació cuando yo tenía 36 años y yo no la esperaba. Siempre había pensado que sería madre con una pareja estable pero, como ese momento no llegaba, poco después de los treinta empecé a informarme sobre la adopción en solitario y me desanimé y acobardé a partes iguales ante lo que tenía por delante. Llegó un momento en el que me dije a mí misma que si no podía ser, tampoco era el fin del mundo y que si mis deseos fueran intensos, nada me detendría. Por azares de la vida me hice cargo de manera temporal de un sobrino que tenía seis añitos y, aunque sabía que yo no era su mamá, la experiencia fue positiva. Estaba muy tranquila a ese respecto cuando me quedé embarazada y mi vida dio un cambio radical. Después he repetido la experiencia en pareja y no me arrepiento de haberlos tenido porque con ellos he conocido una clase de amor que no se parece a ninguno que hubiera vivido. Pero si hubiera seguido mi vida como mujer soltera y sin compromiso, creo que también hubiera sido feliz.
La maternidad subrogada con contraprestación económica puede crear mafias y redes de explotación de mujeres en países en donde hay poco control legislativo y a mí me supone un gran dilema ético.
Hay casos de hombres homosexuales que han decidido tener hijos con mujeres a las que les unían fuertes lazos. Como por ejemplo Rufus Wainwright con Lorca Cohen (hija de Leonard) o Bryan Singer con la mujer que fue su novia de juventud. No es la manera más tradicional pero a mí me parece menos egoísta.
Cada vez sabemos de más casos de hombres y mujeres que han sido adoptados y, a pesar de haber sido felices y amados, sienten la profunda necesidad se saber de dónde provienen. Otros ni se lo plantean ni les supone ningún problema desconocer sus orígenes. En todo caso, debería garantizarse que de algún modo pudieran saber al menos cuál es su procedencia si algún día necesitan saberlo.
En el caso de Cristiano Ronaldo no sé si pesa más su deseo de ser padre o su egoísmo. Se ve que quiere mucho a su hijo mayor y que están muy unidos y me pregunto si le habrá contado al niño la versión que dio en su día a los medios. Espero que no. Le deseo que sus hijos crezcan sanos y felices.