Vuelvo por aquí primas.
La idea de Novales estaba muy bien planteada.
La casa por dentro era pura fantasía, pero si eras avispado te dabas cuenta de que no tenía ni put* idea de gestionarlo.
Ya dije que trabajé en esa casa. La higiene allí brillaba por su ausencia. Su recibimiento por la mañana a los clientes para servirles el desayuno normalmente era en buzo y catiuscas de atender a los burros. La comida del desayuno que quedaba en los platos se reutilizaba para otros clientes (tipo medio sobao que sobró de estos para el desayuno de mañana). Las fundas de los edredones en ocasiones se daban la vuelta y no se lavaban...
Respecto al negocio... Lo que no puedes pretender es vender delantales de 70€ en un pueblo dedicado a la ganadería y en una comunidad con un nivel económico medio - bajo.
Los cursos de cocina, si no recuerdo mal, eran 300€. Consistía en ir una tarde a hacer pasta fresca rellena de lo que tenía por ahí (normalmente buen género he de decir) mientras ella contaba historias de su nona y de su madre muerta con la que hablaba todos los días. Después vinito y cata de la pasta. Y hale, pa casa...
