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María se contradice mucho. Es verdad que tendemos a consolarnos/premiarnos con ultraprocesados, pero es que precisamente esto es así en parte porque de normal no los comemos. Y justo eso es lo que ella promueve, que se reserven para ocasiones puntuales. Entonces, si algo te sabe muy rico y además lo comes de forma puntual porque no te permites comerlo a menudo, tienes la combinación perfecta para desearlo como regulador emocional o como premio. Es de cajón y de hecho es lo que ella promueve.
Por otra parte, habría que controlar un poco eso de llamar ultraprocesado a cualquier cosa. Creo que muchas veces mezcla comida sabrosa y calórica con ultraprocesados, supongo que por su obsesión por la delgadez. Si tú te haces en casa una hamburguesa con patatas o una pizza, eso de ultraprocesado no tiene nada (vale, la harina refinada, pero poner el foco en eso ya me parece el colmo de la hipervigilancia) y sin embargo puede ser algo super reconfortante y sabroso. El tema es que claro, es calórico y no lleva mil verduras entonces para ella ya no está bien.
Al final cuando estamos tristes o cuando queremos premiarnos es lógico que deseemos alimentos más palatables y sabrosos, por una cuestión lógica de que proporcionan más placer que algo más insípido. Y además es fácil que deseemos cosas que ya estén hechas o no nos impliquen mucho esfuerzo. Y todo eso depende mucho de los recursos económicos de cada uno. A lo mejor mi premio o mi consuelo preferido sería una mariscada o un chuletón. Pero no puedo así que me pido un mcdonalds.
Su análisis es totalmente simplista pero porque ella lo es. Pasa igual que con su reels polémico de hacer cosas todos los días que te carguen las pilas. Cualquier asunto en el que toque temática de psicología la caga, porque no tiene ni formación ni ganas de abandonar sus sesgos.
Por otra parte, habría que controlar un poco eso de llamar ultraprocesado a cualquier cosa. Creo que muchas veces mezcla comida sabrosa y calórica con ultraprocesados, supongo que por su obsesión por la delgadez. Si tú te haces en casa una hamburguesa con patatas o una pizza, eso de ultraprocesado no tiene nada (vale, la harina refinada, pero poner el foco en eso ya me parece el colmo de la hipervigilancia) y sin embargo puede ser algo super reconfortante y sabroso. El tema es que claro, es calórico y no lleva mil verduras entonces para ella ya no está bien.
Al final cuando estamos tristes o cuando queremos premiarnos es lógico que deseemos alimentos más palatables y sabrosos, por una cuestión lógica de que proporcionan más placer que algo más insípido. Y además es fácil que deseemos cosas que ya estén hechas o no nos impliquen mucho esfuerzo. Y todo eso depende mucho de los recursos económicos de cada uno. A lo mejor mi premio o mi consuelo preferido sería una mariscada o un chuletón. Pero no puedo así que me pido un mcdonalds.
Su análisis es totalmente simplista pero porque ella lo es. Pasa igual que con su reels polémico de hacer cosas todos los días que te carguen las pilas. Cualquier asunto en el que toque temática de psicología la caga, porque no tiene ni formación ni ganas de abandonar sus sesgos.
